Page 470 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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h) La inscripción musivaria de Musarna
Como elemento anecdótico debemos recoger aquí la única inscripción que has
ta hoy —según sepamos— ha aparecido en lengua etrusca sobre un mosaico (ET,
AT, 6.1.2). Se trata de dos nombres propios que se han hallado inscritos en la base de
un edificio de unos 1.500 m2 de superficie en la localidad de Macchia del Conte (ci
vitas Musarna), a pocos kilómetros de Viterbo.
Tal enclave, fundado en la segunda mitad del siglo m a.C., por Tarquinia, ha fa
cilitado a partir de 1983, fecha del inicio de su excavación, diferentes restos arqueo
lógicos (entre ellos, un tesorillo con casi un millar de denarios de plata romanos).
El indicado edificio de Musarna, que sirvió al parecer de gran almacén, tenía de
limitada su fachada por dos templos. Uno, dedicado a Heracles, y que en 1992 depa
ró una estatua marmórea de tal dios, y otro, que muy pronto fue reconvertido en
unos baños de tipo helenístico.
Los dos magistrados que sufragaron tales obras dejaron en ella sus nombres: Vel
Alethnas y VelHulchnies, ya conocidos por otros textos. Ambos onomásticos aparecen
en el mosaico del suelo, enmarcando un rectángulo decorado con meandros en cuyo
interior se desarrolla una gran roseta central. Es muy posible que los dos nombres
obedezcan a una fórmula de datación, indicando la pareja de zilath tarquinienses du
rante cuyo año de gobierno se reconvertiría el precitado edificio en unas termas.
i) La «Tabula Cortonensis»
Una lámina de bronce (45,80 x 28,50 cm), descubierta en 1992 en algún lugar
cercano a Cortona y en extrañas circunstancias (su descubridor llegaría a ser procesa
do y absuelto), y dada a conocer en Florencia a finales de junio de 1999, ha venido
a engrosar el número de epígrafes etruscos conocidos. Lamentablemente, la misma
no ha permitido en absoluto avanzar en el desciframiento de dicha lengua. Aunque
no es la inscripción etrusca más larga (la sobrepasan el Liber linteus y la Tegula de Ca
pua), sí que constituye el documento de mayor relieve hasta el presente, tanto lingüís
tico como histórico, de la epigrafía etrusca.
Al parecer, la lámina sería una copia de archivo (en total se confeccionarían cua
tro ejemplares), fechable por su tipo de alfabeto (reformado del área septentrional) a
finales del siglo m a.C. o a principios del n. Presenta, como novedad, el uso de una
nueva letra (la «e» retrógrada), y contiene 206 palabras —de las que unas 27 hasta
ahora eran totalmente desconocidas— grabadas por ambas caras, en 40 líneas (32 en
el anverso y 8 en el reverso). Dada la diferencia de grafía que puede observarse, se ha
supuesto que en el proceso de su grabación intervendrían dos escribas diferentes.
Por desgracia, la pieza ha llegado fragmentada en ocho partes, una de ellas perdi
da, ignorándose si ya se destruyó en la Antigüedad o bien durante las circunstancias
de su hallazgo por razones especulativas.
La pérdida del octavo fragmento y algunas incrustaciones dejadas por la pátina
del tiempo impiden efectuar la lectura completa del texto, que ha permitido cono
cer 41 gentilicios directos y 18 indirectos, además de varias palabras etruscas hasta
ahora ignoradas.
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