Page 290 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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vor de Augusto, ya muerto y divinizado15. En el prólogo de la obra se
       ha  sustituido  al Zeus  griego por otro  dios,  por Augusto presentado
       como genitor, como dador de la tranquilidad y la paz, quies, como au­
       tor de una sana política agraria, cultorique daret térras; Augusto es pre­
       sentado como un dios al que Germánico da culto, —v. 3: «tibi sacra
       fero»— y cuyo poder invoca —v.  16: «numen»16.
          El aparente contraste de un Germánico escribiendo sobré cosmo­
       logía y cosmografía, incluso mejorando el texto originario de Arato17,
       frente al Germánico como hombre de acción, militar y político, no es
       excepcional ni dista mucho de la trayectoria de su tío y padre adopti­
       vo, Tiberio, que siempre contó con astrólogos en el círculo de sus pró­
       ximos (Suet., Tiber., XIV), pues, como es bien sabido, la adhesión a un
       sistema filosófico —Germánico y Tiberio seguían al estoicismo domi­
       nante en la versión ecléctica romana— implicaba una concepción del
       conjunto del universo, incluida la de la esfera celeste18.
          Ambos, Tiberio y Germánico, son un buen testimonio de que la
       cultura y la poesía no apartan necesariamente del ejercicio de la polí­
       tica. Por lo mismo, no es teóricamente incompatible un Germánico
       escribiendo  un  tierno  poema  sobre  un  niño  ahogado  en  las  frías
       aguas del Hebro, De puero glacie perempto19 y una hipotética rivalidad
       con Tiberio. Pero no debió ser ésa la situación, al menos en el reco­
       nocimiento que Tiberio hizo de Germánico como escritor. La Tabula
       Siarensis viene ahora a confirmar que, entre los muchos honores atri­
       buidos a Germánico, una estatua suya fue situada junto a las de los
       hombres ilustres que ya existían en el pórtico del templo de Apolo en
       el Palatino: in Palatio [in porticu quae est Apollinis in eo templo in quo se­

       natus] /  haber <>solet in[ter imagines virorum inlustris ingeni Germanici
                    i
       Caesajris Aug(usti)] /  qui m ipse quoqu[e fecundi ingenii fuit imagines po­
       nantur supra capita] /  columnarum [eius fastigi quo simulacrum Apollinis
          15  Cfr. A. Le Boeufle, 1975, XI-XV, donde se rechazan otras atribuciones propues­
       tas como las que sostuvieron que los Phaenomena estén dedicados a Augusto vivo, a Ti­
       berio o a Domiciano, lo que exigiría otro autor.
          16  Germanicus, Phaenomena, w .  1-4: «Ab Iove principium magno deduxit Aratus /
       carminis, at nobis, genitor, tu maximus auctor; / te veneror, tibi sacra fero doctique la­
       boris / primitias. Probat ipse deum rectorque satorque.»
         Y    en Phaenomena, w .  5-10  (La  combinación  de los  signos  astrales  es importante,
       pero no lo serían sin tu protección =  Augusto): «si non tanta quies, te praeside, puppi­
       bus aequor / cultorique daret terras, procul arma silerent?».
          17  Así lo justifica A. Le Boeufle, 1975, XVTI-XXIV.
          18  Sobre la atención a la astrologia en época imperial, véase J. Bayet, 1969,220 y ss.;
       E. Riess, 1993, 75 y ss.
          19  Texto incluido en la edición de A. Breysig,  1899, 5859.

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