Page 41 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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Paris  c o m o   so ld a d o troyano

           Aquiles es la gran figura militar del ejército aqueo, pero Paris tam­
       bién aparece como un soldado de primer orden.
           La guerra duraba diez años y no parecía tener fin. Troyanos y grie­
       gos llegaron a un acuerdo por el que debían enfrentarse en combate
       singular Paris y Menelao aceptando ambas partes el resultado del mis­
       mo. Venció el héroe griego pero no consiguió matar a su adversario,
       porque Afrodita lo cubrió con una nube y lo envió al lecho de Hele­
       na. Héctor entonces atacó el campamento griego; París intervino en la
       lucha valientemente. Mató a Déyoco, a Euquenor, a Menesteo, hirió
       a Diomedes, a Eurípilo y a Macaón.  Según otra saga frenó un feroz
       ataque de Aquiles, a quien mató con una flecha que se clavó en el ta­
       lón, única parte del cuerpo del héroe que Tetis no había sumergido en
       la laguna Estigia. París murió a causa de las flechas de Heracles, que te­
       nía Filoctetes, a quien trajeron a curar de sus heridas. Filoctetes desa­
       fió a París y acabó con su vida.
           Paris  fue  conducido al monte Ida para que fuera curado por la
       ninfa Enone, que se negó, pues Paris la había abandonado para ir en
       busca de Helena. La guerra de Troya acabó trágicamente con la vida
       de los dos héroes. Como no pudo devolverlo a la vida, arrepentida,
       Enone se arrojó a la pira donde estaba siendo quemado el cadáver de
       París.
           Escasas son las piezas que representan a París combatiendo. Entre
       ellas hay que recordar una copa del pintor Dioris, hoy en el Museo del
       Louvre, en la que París huye de Menelao, y un ánfora de figuras ne­
       gras de Munich.



       D evolución del cadáver de H éctor a P ríamo

          Uno de los episodios más significativos del carácter profundamen­
       te  humano  de Aquiles  es  igualmente  la  devolución  del  cadáver  de
       Héctor a Príamo, por gestión de los dioses a Tetis para que influyera
       favorablemente en el ánimo de Aquiles, que durante mucho rato esta­
       ba siendo arrastrado por el carro el cadáver de Héctor, aspecto negati­
       vo  del carácter de Aquiles, que no se contentó  con matar a Héctor
       sino que se cebó en su cuerpo.
          Homero (Iliada, XXIV, 467-493) describió minuciosamente el en-

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