Page 21 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
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hechora  permite  a  la  tierra  hacer  nacer  nuevas  criaturas,
         nuevas  plantas y cereales.  Pero,  al  margen  de ese  período,
         no existe relación entre el cielo y la tierra.
             Mientras  Urano  se  alejaba  de  Gea,  lanzó  una  terrible
         maldición sobre sus hijos:  «Os llamaréis Titanes», les dijo,
         haciendo un juego de palabras con el verbo titaírio  [exten­
         der,  alargar],  «porque  habéis  extendido  demasiado  alto  el
         brazo,  y  deberéis  expiar  el  sacrilegio  de  haber  alzado  la
         mano  contra vuestro  padre.»  Unas  gotas  de  sangre  de  su
         miembro viril  mutilado  caídas  en  el  suelo  dieron  vida,  al
         cabo de  un  momento,  a  las Erinias.  Se  trata de potencias
         primordiales  cuya  función  esencial  consiste  en  mantener
         el  recuerdo de  la afrenta hecha por un pariente a otro pa­
         riente, y en hacérselo pagar, sea cual fuere el tiempo nece­
         sario  para ello.  Son divinidades de la venganza por delitos
         cometidos  contra  consanguíneos.  Las  Erinias  representan
         el odio, el recuerdo, la memoria de la culpa, y la exigencia
         de que el que la hizo la pague.
             De  la  sangre  de la  herida de  Urano  nacen,  junto  con
         las  Erinias,  los  Gigantes y  las  Melíades,  las  ninfas  de  esos
         grandes árboles que son los fresnos. Los Gigantes son esen­
         cialmente guerreros, encarnan la violencia bélica:  al desco­
         nocer la infancia y la vejez, son toda su vida adultos en ple­
         nitud  de  su  vigor,  entregados  a  la  actividad  guerrera,
         atraídos por la batalla homicida. Las Melíades también son
         guerreras, también sienten vocación por la matanza, ya que
         la madera de las lanzas que utilizan los guerreros en el cur­
         so  del  combate  es,  precisamente,  la  de  los  árboles  donde
         habitan. Así pues, de las gotas de la sangre de Urano nacen
         tres clases de personajes que encarnan la violencia, el casti­
         go, el combate, la guerra y la matanza. Una palabra resume
         a ojos de los griegos esta violencia:  éris,  el conflicto,  de to­
         dos los tipos y todas las formas, o la discordia en el seno de
         una misma familia, en el caso de las Erinias.

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