Page 133 - ¿Y si quedamos como amigos?
P. 133
******Created by ebook converter - www.ebook-converter.com******
CAPÍTULO TRECE
Al principio, me quedé con la boca abierta al ver a toda aquella gente allí gritando
“¡SORPRESA!”. Y la noche se volvió aún más surrealista a partir de aquel momento.
Mi papá se acercó y me dio un gran abrazo. Luego, el tío Adam hizo lo propio.
—Y yo que te creía demasiado lista como para que tu viejo papi te sorprendiera —
mi papá estaba radiante.
Miré a mi alrededor y vi a unas cincuenta personas de todos los ámbitos de mi vida.
Casi todos eran compañeros de la escuela acompañados de algún miembro de su
familia y también había unos cuantos amigos de las clases de cocina.
No costaba mucho distinguir a los que habían acudido por Levi de los que estaban
allí por mí. Los invitados me recordaron a los de la única boda a la que había asistido,
el verano antes de que… La mejor amiga de mi mamá de su época universitaria se
casaba con un tipo que a ella no le caía bien. Todos los invitados por parte de Suzanne
llevaban vestidos o trajes. En cambio, los invitados por parte del novio no se habían
tomado tantas molestias. Oí que mi mamá tronaba la lengua varias veces al ver entrar a
gente con jeans o pantalones informales.
“¿A quién se le ocurre ponerse jeans para asistir a una boda?”, preguntó mi mamá
entre dientes.
Yo me encogí de hombros. En aquel entonces sólo tenía diez años, así que no se me
ocurrió ninguna respuesta ingeniosa.
Seis años después, seguía sin tener contestación para muchas cosas.
Levi se acercó al grupo de los deportistas. Fue entonces cuando advertí que Emily
estaba allí. Me juego algo a que la mamá de Levi no la había invitado. Revisé mi
memoria para averiguar si yo había informado oficialmente a mi papá que ya no éramos
amigas. Hacía años que no pasaba por la casa.
Emily me saludó con un gesto tímido y se acercó cautelosa.
—Feliz cumpleaños, Macallan.
—Gracias —repuse mientras nos dábamos un abrazo tenso.
—Es una fiesta genial —comentó echando un vistazo a su alrededor.
—Sí.
Era una fiesta genial.
—En fin, ya sé que llevamos un tiempo sin vernos, pero te traje una cosa.
Emily me tendió una cajita envuelta.
—Oh, no hacía falta —protesté.
Ella se encogió de hombros. No sabía si debía esperar a abrir todos los regalos a la
******ebook converter DEMO - www.ebook-converter.com*******