Page 137 - ¿Y si quedamos como amigos?
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nada comparada con la que Levi debía de estar experimentando.
El equipo se alineó y Jacob Thomas, el quarterback, recibió el balón. Retrocedió y
observó a los jugadores que avanzaban por el campo. Jacob siempre tenía más tiempo
que la mayoría de los quarterbacks de la liga porque su tackle izquierdo era Keith.
Ningún jugador del equipo contrario tenía ninguna posibilidad de alcanzarlo si Keith lo
bloqueaba.
Jacob hizo un lanzamiento largo. Contuve el aliento, incapaz de decidir si quería que
la pelota volara en dirección a Levi o no. Aunque ansiaba que anotase puntos, me daba
miedo que se le cayera el balón y le echaran la culpa de la derrota. Siempre me ha
parecido injusto que se aplauda o se condene a un solo jugador por haber anotado o no
en los últimos segundos del partido; los otros miembros del equipo también son
responsables de la situación. La victoria o la derrota de un equipo no depende de un
jugador.
Fue un pase incompleto y el equipo salió en desbandada hacia la yarda cuarenta.
Quedaban menos de veinte segundos de partido. Comenzó una nueva jugada. Jacob se
desplazaba hacia atrás buscando una abertura. Quince segundos. El público se había
puesto en pie. El balón surcó el aire. Se dirigía directamente a Levi, que corría raudo
hacia la zona de anotación.
Juro que el tiempo se detuvo durante aquellos pocos segundos. El estadio entero
guardaba silencio. Los ojos de todos los presentes seguían la trayectoria del balón.
Levi alargó los brazos, concentrado.
Dio un pequeño salto y lo atrapó. Titubeó una milésima de segundo, seguramente
sorprendido de que la pelota estuviera a salvo en sus manos. Se dio media vuelta y
echó a correr hacia la zona de anotación.
La afición estalló en aplausos mientras el resto del equipo corría hacia él para
celebrar la victoria.
Adam y yo nos abrazamos. Abrazamos a las personas que teníamos al lado. Me
acerqué a los padres de Levi.
—¡Alucinante! —dije, mientras el doctor Rogers me cargaba en sus brazos.
Me parecía lógico celebrar el triunfo con los padres de Levi. Eran parte de mi
familia; aquello no había cambiado. Sabía que, antes o después, todo volvería a la
normalidad. Uno no expulsa de su vida a los miembros de su familia.
Eché un vistazo al campo. Stacey entró corriendo junto con las otras animadoras y se
unió al alboroto. Levi la besó rápidamente antes de que sus compañeros se lo llevaran a
hombros.
Levi estaba radiante. Aquello era lo que siempre había soñado: formar parte del
equipo, ser uno más.
La euforia que me había invadido se esfumó rápidamente. Aunque sabía que debía
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