Page 98 - ¿Y si quedamos como amigos?
P. 98

******Created by ebook converter - www.ebook-converter.com******




             Se dio media vuelta y me asesinó con la mirada.
             —¿Tú? Debes de estar de broma —siguió andando.
             —¿Dónde está Macallan?
             —Ah, ¿por fin reparaste en su existencia? —me espetó con brusquedad.

             —Vamos, yo…
             Me interrumpió.
             —No, en serio, Levi. Lo capto. Tienes a tus amigos. Relájate, güey.
             Vaya. Alguien estaba haciendo drama. Llamando al capitán Cliché.

             —Mira en su casillero —me dijo por encima del hombro.
             Corrí al casillero de Macallan. Y sentí un gran alivio al verla allí, hasta que se dio
          media vuelta y advertí que estaba a punto de echarse a llorar.
             Sólo  la  había  visto  llorar  por  su  madre. Afrontaba  todo  lo  demás  —el  fin  de  su

          amistad con Emily, la ruptura con Ian, el estrés académico— con serena fortaleza.
             —¡Eh, eh! —corrí hacia ella, pero Macallan echó a andar en dirección contraria—.
          ¿Estás enojada conmigo?
             Cuando se dio media vuelta, no le hizo falta contestar. Su expresión hablaba por ella.

          Por desgracia, respondió:
             —¿Tú qué crees?
             —Perdona.
             Sin embargo, no tenía ni idea de por qué estaba tan disgustada. Si sólo había hecho

          un poco el tonto con mis amigos en los casilleros. ¿No podía esperar un par de minutos
          a que estuviera con ella? Claro que no. Estaba acostumbrada a tenerme en exclusiva.
             Ahora, no obstante, yo tenía otros amigos, otros compromisos.
             Si no podía aceptarlo, era su problema.

             Se rio.
             —¿Sabes? Normalmente te creo cuando te disculpas, pero ahora tengo la sensación
          de que no tienes ni idea de lo que me pasa.
             —La verdad es que sí.

             —¿Ah, sí? ¿Y te importaría explicármelo?
             Se puso tan impertinente que me enojé aún más.
             —Te molesta que tu chico de los mandados no esté a tu entera disposición.
             Ella me miró fijamente. Había dado en el clavo.

             —No —dijo con un hilo de voz—. Lo que me pasa es que tengo la sensación de que
          estoy perdiendo a mi mejor amigo. Espera, no, no sólo a mi mejor amigo sino a parte de
          mi familia. Tú sabes mejor que nadie lo mucho que mi familia significa para mí, y te
          dejé formar parte de ella. Me prometiste, Levi, le prometiste a mi mamá que siempre

          podría contar contigo. Vaya promesa.
             Se me partió el corazón.


          ******ebook converter DEMO - www.ebook-converter.com*******
   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103