Page 199 - Debate anti-utopico
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La izquierda desfigurada en los tiempos democráticos 199
moderna, mediante la representación de los partidos y una reforma estatal
caracterizada por la modernización en la gestión pública, no responde al
carácter multicultural del país. La intención se centra en que el gobierno
de Evo Morales demuestre el rumbo de una revolución que camine hacia
el socialismo del siglo XXI, mezclado con la construcción de un Estado
indígena plurinacional.
Asimismo, Evo Morales apela constantemente a los movimientos
sociales y las culturas indígenas. La consulta directa y la movilización
instrumental de los pueblos indígenas, contrariamente, están impulsando
sus propias condiciones de erosión e inestabilidad durante los procesos de
implementación constitucional porque el particularismo étnico-cultural,
junto al corporativismo de los sindicatos cocaleros, desatan más conflictos
y debilitan al Estado como autoridad reconocida en el ámbito nacional.
El Estado Plurinacional, a momentos parece promover conductas y
posiciones excluyentes del movimiento indígena, haciendo que los cam-
bios constitucionales presenten un duro conflicto entre los conceptos
de democracia representativa, democracia directa y ejercicio del poder,
a cargo de los grupos excluidos que deberían escarmentar a las clases
medias, urbanas y de tez blanca en Bolivia.
La nueva Constitución se caracteriza por ampliar una serie de dere-
chos sociales, junto con la identidad heterogénea de un país que trata
de contrarrestar la segregación racial. El artículo 98 establece que “la
diversidad cultural constituye la base esencial del Estado plurinacio-
nal comunitario (…). El Estado asumirá como fortaleza la existencia de
culturas indígena originario campesinas, depositarias de saberes, cono-
cimientos, valores, espiritualidades y cosmovisiones”. Se afirma, por lo
tanto, que el patrimonio indígena es la expresión e identidad del Estado
en Bolivia, reconociéndose además el autogobierno de los pueblos indí-
genas, sus instituciones y entidades territoriales ancestrales. Esto, sin
duda, democratiza más el sistema político pero tensiona las orientacio-
nes del constitucionalismo porque los pueblos indígenas estarían más