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emoción r¡ue siente éste ultimo difiere ele la intC'nción original del a1tisla. D<'  hecho.
                                                   resultan más directamente accesibles al  público la~ obras abstractas geométricas que
                                                   las obra~ abstracta> gestuales, yn  que las primerai; apelan a la  razón y al sentido
                                                   estético, mientras que las segundas exigen una dbponibilidad y un conocimiento
                                                   del  hecho plástico rndicalmente distintos a los exigidos por la  percepción del arte
                                                   figurativo.  Implican una contemplación asidua en un estado de :>erenidad y de vac10.
                                                   en ausencia de la:.  baJizas que para el ¡¡rte figurativo supone11 léls  formas ele la
                                                   natLLCalcza.  El atte ab">tracto ocu¡;a pues un ámbito muy particuiHr r¡• •e al c~rtt>
                                                   figurativo le cuesta n1ucho alcanzar. Sus posibilidades parecen ilimitada:; y
                                                   singularmente  fec-unda~ en cuanto a los materiales, los colorPs y las formas.
                                                   Sin embargo, Picasso, gran crítico de las formas y t~rlista mítico donde los  haya.
                                                   negaba la existencia del arte abstracto. Él, que simboliza tan  bi~n In  rnodernid•1d,  no
                                                   supo llegar hasta el final ue su  razonamiento y alcanzar esa  tierra prometida de la
                                                   abstracción pura. Por el contrario, Picasso afirma en una cita recogida por Bernard
                                                   Dorival·  •No existe el  a1 te abstracto. Siempre hay que partir de algo.  Despue:, :,e
                                                   pltl:'dc eli minar tod<1 apariencia ele  realidad, pero ya  no h¡¡y pL'Iigro.  la idea del objeto
                                                   ha dejado su huella  imborrable ... El hombre e~ el instmmento de la  naturalen'l ; ella
                                                   le impone su carácter, su apariencia.•


                                                   La  innuencia de la Bauhaus

                                                   El movimiento de la  Bauhaus fuP  fundado en  1919, en Weimar, cuando el  arlJUitccto
                                                   Walter Gropius reali7o la  fusión entre la Academia de  Bellas Artes y la  E:.cuela de
                                                   Arte'>  D1•corativas.  El  término Bauhaus significa literalmente •la casa de la
                                                   construcción». Míe:.  van cler R.oht.!  y artistas como J. ltlen, L.  Fcininger, P.  Klcu,
                                                   V.  K~nclinsky, O.  Schlcmmer y Moholy-Nagy forn1aron  parte del ptufesorado tle la
                                                   tlauhaus. Este centro de cuseiianzas estéticas y arquitectónicas fue trasladado a
                                                   Dessau en 1925 y después a Berlín 1  con  la  llegada al  poder de los  nazis a partir de
                                                   1932.  El año siguiente las autoridades cerraron la  escuela, y :>US  maestros y alumnos
                                                   se vieron obligados a refugiarse en Suiza y en Estados Unidos.
                                                      La  Bauhaus. corno movimienlO, ha desempeñado un papel determinante en el
                                                   ámbito de las artes y de la  arquitectura en el siglo  >..x, abogando por teonas
                                                   racionalistas y tuucionalistas. Una de las líneas maestras de estas enseñanza:. tiene
                                                   como objeto la integración de la  arquitectura en las otras disciplinas artísticas:
                                                   pintura, escultura, tipografía y creación de muebles. 1 nspirándose en los itleales
            Emblema ele la  Bauhau~ ch~cnado por Osl..ar   socialistas, el  movimtento intentó conciliar el arte con la civilitación industric1l
            Srhlellllllt'l" para la  tsturlo Supcrio1 de   Los creadores de llJ  Bauhaus daban, de hecho, una gran importancia al
            ArqullCCliiHI y Artes Aplicada~ dt~ Weimar
                                                   perreccionamicnto de objetos comunes y a su  pwuucción estandarizada. Retomaron
            (  1919). lit~ y que destac<11 qtw 1.1~ letra~ son de
            l'~tik>  Ct)IIS\rurtiVi$1,1•.          así, tal  vez inconscientemente, las teorías constructivistas del  Renacimiento, sobre
                                                   todo gracias a la  in~luencia del ronstructivismo ruso y del movimiento holandés
                                                   De Stijl. Si en su origen la  aventura de la  Bauhaus pareda una reacción sana y
                                                   prometedora, pronto resultó perniciosa por su dogmatismo y por su carácter
                                                   sistemático:  «El arte debe ser integrado totalmente en la  técnica.•
                                                      En muchos aspectos se puede considerar la  Bauhaus como un  movimiento
                                                   artístico artificial, en la  meditla en que no tuvo en cuenta la especificidad cultural de
                                                   cada país, poniendo un  brusco punto y fina]  al  arte del siglo XIX  e impidiendo su
                                                   evolución hacia un estilo realmente moclern().  Pocos artistas han sabido escapar a
                                                   esta influencia. Entre ellos, citemos a los grandes diseñadores italianos y algunos
                                                   creadores japoneses que, como sabernos, obtuvieron excelentes resultados. En el
                                                   campo de la  tipografía, el americano F.  Goudy, el  holandés J.  van  Krimpen y los
                                                   alemanes G. Trump, F.  Poppl y H. Zapf, hostiles a esta ideología, crearon los más





                 ·~oo                                 ll[ LA  CI\LICI\Af ll\  fl  Lfl  fiBSJRACCIÓN
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