Page 137 - Libro de Compilacion 2019_Neat
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                  dC,  así  tenemos  que  en  el  siglo  I  de  esta  era  el  Rabino  Filón  de  Alejandría,                  interpretaba el antiguo testamento por medio de conceptos y categorías platónicos                  y estoicos.                         Posteriormente  entre  los  siglos  II  y  IV,  los  cristianos,  durante  el  periodo                  denominado Patrística, se forman las bases de la teología de Europa Occidental                  con  San  Ambrosio,  San  Jerónimo  y  San  Agustín,  siendo  este  último  el  más                  importante  y  quien  interpretó  los  dogmas  cristianos  basado  en  los  diálogos                  Platónicos. San Agustín concibe la existencia de verdades eternas, inmutables y                  necesarias, siendo Dios el más alto bien y a su vez la suprema ley eterna, por ser                  Dios el ser absoluto y perfecto, fundamento originario del orden físico, intelectual y                  moral,  constituyendo  los  puntos  sobre  los  cuales  descansa  su  metafísica.                  Afirmaba San Agustín que nuestro conocimiento de Dios es más un no saber, que                  un  saber.  Los  objetivos  que  se  traza  San  Agustín  en  su  filosofía  son  los  de                  conocer a Dios y el alma, así como de resolver el problema epistemológico de la                  verdad y la certeza, su filosofía surge de los hechos de conciencia y del propio yo,                  partiendo de la duda, tal como lo haría Descartes siglos posteriores, considerando                  que cosas se pueden poner en dudas, lo que lleva a que tengamos como cierto                  que  soy  un  ser  que  duda,  por  lo  que  la  duda  es  una  cosa  cierta,  en  la  que  se                  manifiestan  los  hechos  de  conciencia  tales  como  la  vida,  el  recuerdo,  la                  comprensión,  la  voluntad,  el  pensamiento  y  el  juicio,  los  cuales  son  igualmente                  ciertos.                         El siglo V dC, se caracteriza por la invasión de los bárbaros y la caída del                  Imperio Romano Occidental. Después de San Agustín en el año 430, casi no hubo                  filosofía en Europa, aunque hubo una controversia dentro del cristianismo surgido                  de  la  relación  de  la  divinidad  de  Cristo  y  su  humanidad,  protagonizada  por dos                  clérigos  cristianos:  Cirilo  patriarca  de  Alejandría  y  Nestorio  patriarca  de                  Constantinopla. Igual mención merece Boecio, quien igualmente basó su obra en                  las teorías de Platón, siendo muy leído y admirado durante la edad media.                         En ese periodo el cristianismo se convirtió en la religión oficial del antiguo                  Imperio Romano, en el que fueron prohibidas las religiones paganas, así como la                  filosofía  asociada  con  la  tradición  del  pensamiento  pagano,  prohibiendo  el                                                             137
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