Page 142 - Libro de Compilacion 2019_Neat
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Santo Tomás se hace dos cuestionamiento metafísicos fundamentales el primero de ellos tiene que ver sobre la existencia de Dios y luego se pregunta sobre su esencia. Respecto a la existencia de Dios y su prueba, Santo Tomás de Aquino en Suma Teológica reflexiona sobre tres enunciados: Dios es una verdad evidente por sí misma, la existencia de Dios es una verdad demostrable y por tanto Dios existe. Para dar respuesta a estos enunciados Santo Tomás nos presenta las cinco vías basadas en argumentos lógicos-metafísicos, partiendo de un hecho observable de la naturaleza o dato sensible o de la experiencia, al cual se le aplican los principios de causalidad, de no recurrencia al infinito en la serie causal y la afirmación de una primera causa, en la que concluye que la primera causa es Dios. Russell (1946) resumen las cinco vías de la manera siguiente: “En la Summa Theologiae se dan cinco pruebas de la existencia de Dios. Primero, el argumento del motor inmóvil, que hemos mencionado. Segundo, el argumento de la Primera Causa que, a su vez, depende de la imposibilidad de un progreso infinito. Tercero, debe haber una última fuente de toda necesidad; esto es, lo mismo casi que el segundo argumento. Cuarto, encontramos varias perfecciones en el mundo, y éstas deben tener su fuente en algo completamente perfecto. Quinto, hallamos incluso cosas inanimadas que tienden a un fin, que debe ser de alguien que esté fuera de ellas, puesto que solamente las cosas vivientes pueden tener una finalidad interna”. (p. 460). Las primera vía es llamada la prueba del movimiento, la cual se basa en la física y la metafísica de Aristóteles, partiendo de la premisa que todos los seres naturales pueden ser movidos, y en caso de ser movido es por causa de otro que lo pone en movimiento, por lo que la serie de seres en movimiento puede ser infinita, lo que conlleva a admitir que debe existir un primer motor inmóvil que inició el movimiento, ya que no puede haber una cadena infinita de causas de ese movimiento, toda vez que si fuera de esa manera nada habría empezado a ser causado. Al respecto Russell (1946) afirma de Santo Tomás de Aquino el siguiente argumento: 142