Page 274 - Libro de Compilacion 2019_Neat
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tenemos a Max Horkheimer y Theodor Adorno, surgiendo posteriormente una segunda generación en la que destacaron Herbert Marcuse y Jürgen Habermas. La teoría crítica se inicia en un contexto académico y su desarrollo posterior ha permitido que movimientos intelectuales y de investigación que persiguen los mismos objetivos, enfoques y consideraciones, utilicen una perspectiva crítica para abordar los fenómenos sociales, entre los que destacan movimientos feministas. Es conveniente distinguir la teoría crítica del método socio-crítico surgido en los años 70 en Francia, como consecuencia del enfrentamiento entre materialistas históricos y estructuralistas (pensamiento dominante de la época), en la que los primeros terminan reconociendo la validez de algunos postulados del estructuralismo y en especial de su metodología, primeramente en relación al análisis literario y posteriormente al psicoanálisis con Althuser. La teoría crítica tiene como antecedentes a Hegel, quien es reconocido como el último pensador de la modernidad, que brindó las herramientas racionales y dialécticas, pero sobre históricas para comprender el devenir de la sociedad moderna. Igualmente esta corriente del pensamiento tiene como antecedente a Marx, quien si bien puso de cabeza el sistema hegeliano, sigue la misma línea en acentuar su crítica del capital en la historia, la dialéctica y la posibilidad de transformar la sociedad desde la misma praxis, uniendo teoría con la practica; por último Freud se constituye en antecedente de la teoría crítica por cuanto lleva al psicoanálisis el materialismo histórico, aportando grandes críticas al predominio de la razón moderna, la idea del sujeto no dividido y del sujeto inconsciente. Estas tres posturas rompen con la objetividad pretendida por las ciencias naturales, por cuanto la sociedad y el individuo como objeto de estudio solo pueden ser alcanzados en un nivel subjetivo, y es en este nivel que puede ser objeto de transformación para su propia liberación, colocando el marxismo al investigador en un verdadero activista de los cambios sociales, y no solamente como un mero espectador de los mismos. Esto supone serias rupturas con la teoría tradicional, la cual postula, desde una óptica galileana, que los fenómenos fácticos solo pueden describirse o explicarse, y no deben ser valorados y menos intervenir en los mismos. Según 274