Page 95 - Libro de Compilacion 2019_Neat
P. 95

                         Pero ahora, cómo podemos saber cuál es ese término medio o justo medio,                  para Aristóteles no se basa únicamente en una definición de tipo teórico, tenemos                  que  verlo  en  la  práctica  ya  que  la  ética  tiene  que  relacionarse  con  la  práctica,                  tenemos que conseguir el modelo de nuestras acciones en la práctica, entonces                  hay  que  fijarse  en  los  excelentes,  magníficos,  o  sea,  cuando  yo  me  formule  la                  pregunta qué es realmente el coraje, debo pensar a quién quisiera yo tener a mi                  lado en un instante de peligro, pues esa persona en la que pienso es la que me                  puede enseñar qué es el coraje, porque esa persona será un valiente, en pocas                  palabras seria mi modelo a seguir.                        Otro caso seria, si alguien quiere o necesita saber qué es la generosidad, a                  quién recurriría si estuviera en un apuro, si precisara de alguien que lo apoye, que                  me acompañe, le facilite dinero o lo que fuese, esa persona en la que se debe                  pensar es  un  generoso,  por lo  tanto  es  la  que  puede  enseñar en  qué  radica  la                  generosidad.  Es  decir,  la  reflexión  sobre  la  acción  y  la  virtud  no  es  puramente                  teórica, sino que busca modelos en la vida práctica, Aristóteles fue definitivamente                  además de naturalista un gran empirista.                        No se trata de ver en qué reside la virtud al estilo de Sócrates o platón de                  preguntar qué es la virtud en sí, sino hallar la manera de hacernos virtuosos y para                  esto, además del buen ejemplo, es muy importante el hábito, la práctica, porque la                  alineación o formación del carácter, el ethos, se efectúa a partir del hábito. La ética                  aristotélica  es  la  ciencia  de  la  prudencia,  la  justicia,  el  equilibrio,  y  de  la                  convivencia  que  enseña  el  carácter  especialmente  práctico  del  filósofo.  Para                  Aristóteles,  la  política  es  el  arquetipo  de  toda  capacidad  humana  ya  que  su                  objetivo es la vida feliz y digna de los ciudadanos.                        Hechas  las  consideraciones  anteriores,  el  propósito  del  Estado  es  la  de                  fomentar la virtud y la felicidad de los ciudadanos, en este sentido, la política es la                  continuación y culminación de la ética, es la ciencia del bien más codiciado y de                  los medios para obtenerlo, ese bien más deseable es la vida noble y feliz.                        La  Política  Aristotélica,  es  en  esencia,  una  obra  encuadrada  dentro  de  la                  filosofía  política,  pero,  además,  es  un  intento  por  conceptuar  y  abarcar                  compendios  y  cuestiones  propias  de  la  vida  comunitaria  de  su  época,                                                             95
   90   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100