Page 94 - Libro de Compilacion 2019_Neat
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                        Aristóteles se pregunta cuál es el propósito que debe buscar el ser humano                  en el mundo, porque todo lo que forjamos es instrumental, sirve para conseguir tal                  o cual fin, sin embargo, después de todos esos fines qué hay, más allá de todos                  esos  fines  parciales,  en  nuestra  vida  qué  es  lo  que  podemos  llegar  a  anhelar.                  Aristóteles  expresa  la  felicidad,  que  viene  a  ser  lo  que  los  seres  humanos                  buscamos o anhelamos.                        Según  Brenes  y  Porras  (2007),  es  pertinente  rememorar  a  Aristóteles,                  cuando  el  expresaba  que  “el  fin  de  la  educación  no  pudo  ser  otro  que  la                  consecución de la felicidad mediante la perfección virtuosa” (p.333), en virtud de                  que la ética de Aristóteles fue eudemunista (defienden todo aquello que pretende                  alcanzar la felicidad), quien defendía que para llegar a ella hay que actuar de una                  manera natural, es decir actuar con una parte animal, con una parte racional y una                  parte social; actitud muy reiterada en la historia de la educación.                        Cabe señalar, que la ética no es ni mucho menos lo que posteriormente ha                  llegado  a  ser  a  partir  de  visiones  confesoras  una  búsqueda  del  deber,  de  la                  obligación del sacrificio, no nada de eso,  para Aristóteles la ética es una reflexión                  sobre  la  acción  humana  en  busca  también  de  la  libertad,  para  ello    es  que                  tenemos  que  intentar  desarrollar  las  virtudes,  es  decir  los  hábitos  que  nos  dan                  fuerzas,  que  nos  ayudan  a  vivir  mejor,  porque  la  palabra  virtud  es  una  palabra                  latina  que  viene  de  vir,  esa  fuerza  viril,  la  excelencia,  inclusive  la  fuerza  del                  guerrero. De modo que la virtud es lo que nos da fuerza frente a la debilidad que                  es el vicio, la virtud es lo que engrandece nuestra fuerza y por lo tanto nuestra                  capacidad de conseguir nuestra felicidad.                        La pregunta que surgiría a muchas personas, es dónde situar las virtudes,                  indudablemente hay que ubicarlas, discurre Aristóteles, en el mundo de la acción                  humana,  tan malo es ir demasiado lejos como no hacer lo suficiente, tan malo es                  ser  tan  valiente  que  nos  convertimos  en  aventureros  y  morimos  en  la  primera                  estocada, como ser cobarde o miedoso y no atreverse a hacer lo que debe ser                  hecho,  por lo tanto, Aristóteles piensa que las virtudes están en una especie de                  justo  término  medio  entre  el  exceso  y  el  defecto  en  un  área  determinada  de                  acción.                                                             94
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