Page 132 - completo alejandro_Neat

KL E.JAN D 1' O M A G N O . - 1t 6
l
la impetuosidad de la corriente, que los arre-
bataba. Pasaron, no obstante, con el água al
cuello, y fas armas a la ~abeza. Fué gran
suerte para Macedonia que en aquel trance no
les atacasen los enemigos, pues hubieran pe-
recido de modo irremisible.
Fué tanta la fatiga que caus6 a los soldados
maced6nicos este paso, que Alejandro di6 or-
den de que permaneciesen allí acampados dos
días, antes de entrar en batalla con el nuevo
ejército persa. Y sucedi6 que la última noche
de aquel 4escanso, que era noche de luna lle-
na, en que el cielo estaba claro y sereno, em-
pez6 la luna a cubrirse apareciendo manchada
y como teñida de sangre, quedando al fin del
todo cubierta y obscurecida su luz. Esto, que,
--como todos sabemos ahora-no era sino un
e~lipse, naturalísimo fen6meno astron6mico,
aterroriz6 de tal modo a los ignorantes solda-
dos, que, prorrumpieron en grandes y desme-
suradas voces.
-Visibles muestif'as de 1a ira del cielo son
éstas--declan-, los ríos se oponen a nuestro
paso y los astros nos niegan su luz. S6lo ve-
mos desiertos y soledades y los dioses nos cas-
tigªn por seguir ~ u:q. hombr~ q11e d~sdeija 3