Page 364 - El Retorno del Rey
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de acuerdo con las leyes y necesidades del Reino del Sur. 'Pero no olvido —decía
— la lealtad de Arnor, ni niego nuestro parentesco, ni deseo que los reinos de
Elendil queden separados. Te enviaré ayuda cuando la necesites, en la medida de
mis posibilidades.
Sin embargo, transcurrió mucho tiempo antes de que Eärnil se sintiera seguro
e hiciera lo que había prometido. El Rey Araphant continuó resistiéndose a los
ataques de Angmar con fuerzas cada vez menores, y lo mismo hizo Arvedui
cuando lo sucedió; pero por último, en el otoño de 1973 llegaron mensajes a
Gondor de que Arthedain estaba en un grave aprieto, y que el Rey Brujo
preparaba un ataque definitivo contra él. Entonces Eärnil envió a su hijo Eärnur
al norte con una flota tan rápidamente como pudo, y con fuerzas tan grandes
como consiguió reunir. Demasiado tarde. Antes de que Eärnur llegara a los
puertos de Lindon, el Rey Brujo había conquistado Arthedain y Arvedui había
muerto.
Pero cuando Eärnur llegó a los Puertos Grises, hubo gran alegría y sorpresa
tanto entre los Elfos como entre los Hombres. Tan grande era el calado y el
número de las naves, que apenas encontraron albergue en los puertos, aunque
tanto el Harlond como el Forlond también estaban colmados; y de ellas descendió
todo un poderoso ejército con pertrechos y provisiones para una guerra de
grandes reyes. O así le pareció al pueblo del Norte, aunque no era ésta sino una
reducida fuerza de todo el poderío de Gondor. Sobre todo fueron alabados los
caballos, pues muchos de ellos provenían de los Valles del Anduin, y los
cabalgaban jinetes altos y hermosos, y príncipes orgullosos de Rhovanion.
Entonces Círdan convocó a todos los que quisieran acudir desde Lindon o
Arnor, y cuando todo estuvo pronto, el ejército cruzó el Lune y marchó hacia el
norte a desafiar al Rey Brujo de Angmar. Moraba entonces, según se dice, en
Fornost, que había poblado con gentes malignas, usurpando la casa y el gobierno
de los reyes. Pero era orgulloso, y no esperó a que el enemigo atacara su
fortaleza, y le salió al encuentro creyendo que los arrojaría al Lune, como a
otros antes.
Pero el Ejército del Oeste descendió sobre él desde las Colinas del
Crepúsculo, y hubo una gran batalla en la llanura entre Nenuial y las Quebradas
del Norte. Las fuerzas de Angmar ya cedían y se retiraban hacia Fornost, cuando
el cuerpo principal de jinetes que habían rodeado las colinas descendieron desde
el norte y los dispersaron en una fuga desordenada. Entonces el Rey Brujo, con
todo lo que pudo recuperar del desastre, huyó hacia el norte, a las tierras de
Angmar. Antes de que pudiera llegar al refugio de Carn Dûm, la caballería de
Gondor le dio alcance con Eärnur, que cabalgaba al frente. Al mismo tiempo una
fuerza al mando de Glorfindel el Señor Elfo acudió de Rivendel. Entonces tan
completa fue la derrota de Angmar, que ni un hombre ni un Orco de ese reino
quedó al oeste de las Montañas.