Page 369 - El Retorno del Rey
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En los días de Túrin II, los enemigos de Gondor empezaron a ponerse de
nuevo en movimiento; porque el poder de Sauron crecía otra vez, y el día de su
despertar no estaba ya lejano. Todo el pueblo de Ithilien, salvo los más osados de
entre ellos, partió y se dirigió hacia el oeste por sobre el Anduin, pues la tierra
estaba infectada de Orcos de Mordor. Fue Túrin el que hizo construir refugios
secretos para sus soldados en Ithilien, de los cuales Henneth Annûn fue el más
vigilado y el mejor provisto de hombres. También volvió a fortificar la isla de
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Cair Andros para defender Anórien. Pero el mayor peligro lo acechaba
desde el sur, donde los Haradrim habían ocupado las tierras meridionales, y
había violentas luchas a lo largo del Poros.
Cuando Ithilien fue invadido por grandes fuerzas, el Rey Folcwine de Rohan
cumplió con el juramento de Eorl y pagó la deuda de la ayuda a Beregond y
envió muchos hombres a Gondor. Auxiliado por Folcwine, Túrin obtuvo una
victoria en el cruce del Poros; pero los hijos del rey cayeron ambos en combate.
Los jinetes les dieron sepultura como ellos acostumbraban, y los tendieron juntos
en un montículo, pues eran hermanos gemelos. Durante mucho tiempo estuvo
levantado sobre la orilla del río, Haudh in Gwanur, y los enemigos de Gondor
temían pasar junto a él.
Turgon siguió a Túrin, pero de su tiempo se recuerda sobre todo que dos años
antes de que muriera, Sauron se levantó de nuevo y se manifestó abiertamente; y
volvió a Mordor, que venía esperándolo desde hacía mucho. Entonces la Barad-
dûr se irguió una vez más, y el Monte del Destino irrumpió en llamas, y los
últimos pobladores de Ithilien escaparon de allí. Cuando Turgon murió, Saruman
hizo suya a Isengard, y la fortificó.
Ecthelion II, hijo de Turgon, era hombre de sabiduría. Con el poco poder que le
quedaba, empezó a fortalecer el reino contra los ataques de Mordor. Llamó a
todos los hombres de valor que vivían cerca o lejos y que quisieran servirlo, y a
los que se demostraron dignos les dio rango y los recompensó. En mucho de lo
que hizo tuvo la ayuda y el consejo de un gran capitán al que amaba más que a
nadie. Thorongil lo llamaban los hombres en Gondor, el Águila de la Estrella,
porque era rápido y tenía la vista afilada, y llevaba una estrella de plata en el
manto; pero nadie conocía su verdadero nombre ni tampoco la tierra en la que
había nacido. Fue al encuentro de Ecthelion desde Rohan, donde había servido al
Rey Thengel, pero no era uno de los Rohirrim. Era un gran conductor de
hombres, por tierra y por mar, pero volvió a las sombras desde donde había
venido, antes del fin de los días de Ecthelion.
Thorongil advertía a menudo a Ecthelion que la fuerza de los rebeldes de
Umbar era un gran peligro para Gondor, y una amenaza para los feudos del sur
que podía resultar mortal, si Sauron presentaba guerra abierta. Por fin obtuvo