Page 291 - La Traición de Isengard
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En 1943 (véanse Cartas n. 74 y 98) yo hice un mapa grande y elaborado a
lápiz normal y de colores, compañero de uno similar de la Comarca (véase RS
138, 253). Cuando lo tracé, delante de mí tenía el Primer Mapa. Por lo tanto, mi
mapa es de valor histórico y muestra el estado en el que se encontraba en aquella
época el Primer Mapa… en especial con respecto a los nombres, pues aunque yo
me mantuve tan fiel a los cursos de los ríos y costas como lo he intentado 45 años
después, usé formas pictóricas para las montañas y colinas, que son menos
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precisas.
Los mapas vueltos a trazar en este libro
En Los Cuentos Inconclusos me referí (pp. 23-25) a los mapas de mi padre en El
Señor de los Anillos como « esbozos de mapas» , pero ésta fue una palabra
desafortunada, y con respecto al Primer Mapa un nombre impropio grave. Todas
las partes del Primer Mapa fueron hechas con sumo cuidado y delicadeza hasta
una posterior etapa de corrección, y tiene un aire extremadamente « élfico» y
arcaico. Las dificultades de interpretación no surgen de ninguna tosquedad en la
ejecución original, sino, en parte, de alteraciones posteriores en sitios muy
pequeños y, en parte, por su condición presente: está arrugado, cuarteado y roto
debido al uso constante, de modo que las conexiones están perdidas, y muchos
nombres y marcas añadidos a lápiz se encuentran tan borrosos y débiles como
para ser casi ilegibles. Mi padre empleó bastante el lápiz y los lápices de colores:
las cadenas montañosas están coloreadas de gris, los ríos (en su mayor parte)
representados en azul, los marjales y los bosques en tonalidades de verde (el
Bosque Negro aparece plasmado en pequeñas marcas curvas a lápiz verde,
sugiriendo copas de árboles); y este coloreado se encuentra gastado y borroso (a
menudo es muy difícil estar seguro de los cursos de los ríos). En las regiones
donde el desarrollo de la historia causó alteraciones importantes en la geografía,
notablemente donde las colinas y las montañas se modificaron mucho y se
vieron superpuestas por representaciones nuevas, hay tantas líneas, trazos y
puntos que es imposible tener la certeza de saber cuál era la intención de mi
padre, e incluso distinguir lo que hay sobre el papel. [404]
Inevitablemente, el intento de volver a trazar el mapa involucra algo más que
un simple copiado (y como se debe representar en blanco y negro, la
simbolización diferente, en especial en las regiones boscosas, ha de emplearse
necesariamente hasta cierto punto, [352] o de lo contrario descartarla); en tales
casos, volver a trazarlo significa interpretarlo. Por lo tanto, mis trazos, hasta cierto
punto, son más sencillos, menos sutiles y más decisivos en detalle que el original,