Page 334 - La Traición de Isengard
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de hecho casi a la misma época del texto primario. Hay varias cosas que así lo
indican. La sugerencia que se encuentra aquí de que « podrían ser Merry y
Pippin los que tienen la aventura en Minas Morgul si se quita a Bárbol» , muestra
que la narrativa formada en su totalidad no había avanzado más allá de la
Disolución de la Comunidad; y el capítulo todavía se menciona como el
« XXV» . (Mi padre aún conservaba los capítulos « XXI-XXIV» como se habían
esbozado en la p. 385 y todavía no se había embarcado en la escritura de las
aventuras del « oeste» .)
El texto se encuentra escrito de manera bastante legible a tinta, pero hacia el
final se convierte en un garabateo a lápiz, aquí y allá excesivamente difícil de
distinguir.
Cap. XXV
Minas Morgul ha de hacerse más horrible. El habitual material de los
« trasgos» no basta aquí del todo.
La Puerta con forma de una boca abierta con dientes y una ventana como un
ojo a cada lado. Cuando Sam la cruza, siente un escalofrío horrible. [452] A
ambos lados hay dos figuras silenciosas sentadas como centinelas.
Sustituir algo del siguiente tipo por pp. [393-394].
Las puertas principales exteriores ahora están cerradas. Pero una puerta
pequeña en el centro de una se encontraba abierta. (Daba al sur.) La Caseta del
Guardia perforada en la pared era oscura como la noche y la pálida luz cenital
aparecía como un parche pequeño al final de un túnel. A medida que Sam y
Frodo se acercaban con cautela vieron o adivinaron la forma grande y ominosa
de unos centinelas a ambos lados: todavía sentados en silencio e inmóviles: pero
de ellos parecía emanar una amenaza innombrable.
—¡Quédate aquí! —susurró Frodo empujando a Sam a la sombra de un muro
cercano a la puerta—. Mientras yo lleve el [398] Anillo, puedo entender mucho
de la lengua de los enemigos o el pensamiento que hay tras las palabras: no sé
cuál. Avanzaré e intentaré averiguar algo. Si grito, ven corriendo, y si puedes
trata de atravesar la puerta.
—¡No! —dijo Sam—, eso no servirá. Si luchamos ante la puerta sería mejor
que nos quedáramos dentro. Tendríamos a todos los avispones, orcos y
fantasmas, zumbando detrás de nosotros antes de haber avanzado una docena de
metros: y ellos conocen estas montañas horribles tan bien como yo Bolsón
Cerrado. La fanfarronería es la única esperanza, señor Frodo, con su perdón.
—Muy bien, mi buen Sam —dijo Frodo—, ¡intenta la fanfarronería!
Sintiéndose un pequeño « fanfarrón» como nunca antes en su vida, Sam
avanzó, tan intrépido y despreocupado como pudo aparentar, temblándole las