Page 331 - La Traición de Isengard
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el descenso. [Tachado: ¡No adivinaron que se trataba del mensajero que
regresaba de Baraddur!]
Salieron de la Torre Abominable. Caía la noche: en el Oeste, sobre el valle del
Anduin, había alguna luz. Muy lejos se cernían las Montañas Tenebrosas y la
torre de Minas Tirith. Pero hacia el Este el cielo estaba oscuro, con nubes negras
y bajas que casi parecían descansar sobre la tierra. Un crepúsculo intranquilo
yacía sobre las calles oscuras. Se oyeron unos gritos agudos como si vinieran de
bajo tierra, unas formas extrañas pasaron aleteando o se asomaron en los
callejones y agujeros de las casas [?abiertas]; se escucharon voces [??
desanimadas] y leves ecos de una canción triste y monótona. Todas las caras
talladas los miraban de soslayo con malicia, y los ojos les brillaban con un fuego
profundo.
Los hobbits tuvieron escalofríos mientras continuaban a toda velocidad.
Parecía haber pisadas que los seguían, y doblaron por muchas esquinas, pero
nunca consiguieron perderlas. Con crujidos y sonidos leves en las piedras
prosiguieron tenazmente tras ellos. [394]
Llegaron hasta las puertas. Las principales estaban cerradas; sin embargo,
una puerta pequeña todavía estaba abierta. A ambos lados había centinelas, y en
la abertura se erguía un vigilan, te armado mirando hacia la oscuridad creciente.
Los Orcos esperaban al mensajero de Baraddur.
—Quédate aquí —susurró Frodo, empujando a Sam a la oscuridad de una
columna justo delante de la puerta—. Mientras tengo puesto el Anillo soy capaz
de entender gran parte de su lengua, o el pensamiento que hay tras las palabras…
no sé bien cuál. Si grito ven corriendo, y si puedes atraviesa la puerta.
[Lo siguiente fue tachado con toda probabilidad tan pronto como fue escrito: El
guardia que había ante la puerta abierta estaba rezongando. « Uno habría pensado
que sólo habíamos capturado a un elfo perdido. ¿Es [el] Portador del Anillo
[escrito arriba: Ladrón] de poca importancia para ellos ahora en la Torre Oscura?
Uno habría pensado que El por lo menos habría enviado a un Jinete. Ni siquiera la
guerra que se está librando ahora habrá disminuido el valor del Tesoro Único» .
De repente, Frodo lanzó una estocada con Dardo. El vigilante cayó. Pero
Frodo se apoyó contra la puerta por si un guardia la empujaba y gritaba. Los
centinelas saltaron. Sam vino corriendo, pero en un principio lo tomaron por un
trasgo que iba en su ayuda. Abatió a uno antes de que se dieran cuenta de su
enemistad y cruzó la puerta de un salto]
—No —dijo Sam—, eso no nos servirá. Si tenemos que luchar ante la puerta,
de poco nos servirá cruzar. Tendremos a todos los avispones zumbando detrás de
nosotros antes de que hayamos avanzado muchas yardas: y ellos conocen estas
montañas desagradables tan bien como yo Bolsón Cerrado. La fanfarronería es
la única esperanza, señor Frodo, con su perdón.
—Muy bien, mi buen Sam —dijo Frodo—, intenta la fanfarronería.