Page 269 - El Misterio de Belicena Villca
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La “celda”, según el argumento 4, es análoga a la esfera de sombra. Pero,
                 como substrato de la esfera de sombra, se encuentra la estructura cultural: una
                 anilla “disimulada” en el piso de la celda corresponde sin duda a un principio
                 matemático, a un símbolo arquetípico integrado, “disimulado”, en el esquema de
                 una Relación.
                        La alegoría nos permite comprender, entonces, que los Dioses Liberadores
                 con su mensaje carismático,  descubren un principio matemático que
                 permanecía inconsciente en la estructura cultural, al que denominamos
                 “principio del cerco”. De aquí que:

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                        c -  La “Anilla” en la celda del prisionero es análoga al “principio del cerco”,
                 principio matemático, o Arquetipo Colectivo que permanecía inconsciente en el
                 hombre dormido y que el mensaje de los Dioses Liberadores des-cubre.

                        Demostré, Días atrás, que en el proceso mental que da lugar a la “idea
                 científica” de un fenómeno concurren elementos de dos fuentes principales: los
                 “principios matemáticos” y las “premisas culturales preeminentes”. Esto se
                 verifica principalmente al  formular una “ley de la naturaleza”, la cual explica el
                 comportamiento de un fenómeno estableciendo relaciones causales entre
                 aspectos del mismo. Pondré un ejemplo sencillo: se desea “medir” el lado de un
                 poliedro regular. Aquí el fenómeno es un cuerpo con forma de poliedro regular,
                 vale decir, un “ente fenoménico”. Se toma para ello la “regla graduada”, es decir,
                 una superficie plana sobre la que se hallan grabadas las unidades de longitud y
                 de la cual estamos seguros que uno de sus lados es  perfectamente recto. Se
                 hace coincidir el cero de la regla con el “comienzo” del lado que vamos a medir.
                 Se observa ahora que el “fin” del lado coincide con el número cinco de la regla y
                 se afirma sin más que “en  el poliedro, el lado mide cinco centímetros”. Se ha
                 realizado, como se verá, una serie de operaciones subjetivas cuyas conclusiones,
                 sin embargo, pueden ser confirmadas por otros observadores; esta posibilidad de
                 comprobación es lo que da peso de “ley de la naturaleza” al hecho mencionado.
                        Pero ocurre que en la regla, que se cree numerada, en realidad hay signos
                 grabados que  representan números, no números en sí. Los números son
                 principios matemáticos propios de la  estructura cultural, o sea elementos
                 subjetivos, que intervienen en el acto de “reconocer que el límite del lado coincide
                 con el signo 5”. Si se dice “mide cinco centímetros” se está realizando la
                 afirmación de una cualidad empírica: “existe una proporción (es decir, una
                 relación matemática) entre la longitud  del lado del poliedro y la longitud del
                 meridiano terrestre”. Esta proporción es fija o constante (=5cm.) y constituye una
                 “relación entre aspectos de un fenómeno”, o sea, una “ley de la naturaleza”.
                        El  centímetro equivale a la centésima parte de un metro y éste a la
                 diezmillonésima parte de un cuarto de meridiano terrestre.
                        El ente fenoménico se presentó  completo, íntegro en su manifestación.
                 Sin embargo no es posible aprehenderlo en su totalidad; a poco que se lo
                 observe una parte del mismo se hace eminente, sobresaliendo y destacándose
                 por sobre otros aspectos. La unidad del fenómeno ha quedado rota en favor de
                 la  pluralidad de cualidades que se es capaz de atribuirle. Se distinguen  dos
                 caras cuadradas, y en cada cara, cuatro aristas y cuatro ángulos, etc. Luego se
                 practica la  medición de una arista o lado y se  establece una “ley de la

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