Page 275 - El Misterio de Belicena Villca
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ojos mortales. Por eso el Gral, puesto en el Mundo como prueba del Origen
                 Divino del Espíritu, da sentido a todos los linajes hiperbóreos de la Tierra. Por
                 él la sangre de los hombres, aún sumidos en la más tremenda confusión,
                 reclamará siempre su herencia extraterrestre.
                        La presencia del Gral, en principio,  impide al Enemigo negar los
                 ancestros hiperbóreos. Pero así como el Gral da un sentido cósmico a la
                 Historia del hombre, conectándolo con la Raza eterna de los orígenes, y diviniza
                 los linajes hiperbóreos de la Tierra, así también para el  Demiurgo, por la
                 presencia del Gral, dichos linajes pasan a ser “motivo de escándalo” y objeto de
                 la persecución y el escarnio,  del castigo y del dolor. Los  Divinos linajes
                 hiperbóreos serán, a partir del Gral,  linajes heréticos “condenados para
                 siempre” (un manvantara) por Jehová  Satanás. El Gral  ha venido a despertar
                 recuerdos indeseables, a valorizar el pasado del hombre; será entonces el
                 recuerdo y el pasado lo que más se atacará y a borrar su influencia apuntará en
                 gran medida la Estrategia Sinárquica. Si se es capaz de advertir este ataque, que
                 es evidente para la mirada gnóstica, se comprenderá con mayor profundidad la
                 función  histórica del Gral. A ponerlo en evidencia dedicaré los siguientes
                 párrafos.
                        El principal crimen del hombre ha sido negar la supremacía de “Dios”, es
                 decir, del Demiurgo terrestre Jehová Satanás, y rebelarse a su esclavitud. Pero el
                 hombre es un ser miserable, inmerso en un Infierno de Ilusión en el que se siente
                 insensatamente “a gusto”, sin posibilidades de romper el hechizo por sí mismo. Si
                 ha negado al Demiurgo y se ha “rebelado” ha sido en virtud de un agente exterior,
                 pero: ¿qué “cosa” en el Mundo puede ser capaz de  despertar al hombre, de
                 abrir sus ojos a la divinidad olvidada? “Si tal cosa existe, dirán los Demonios, es
                 el objeto más abominable de la Creación material”. Pero esa “cosa”, ese “objeto
                 abominable”, no es de este Mundo y de  él ha “comido” el hombre-Espíritu-
                 cautivo. Ese “fruto verde”, que más tarde llamarán Gral, es un alimento que nutre
                 con la gnosis primordial, es decir, con el conocimiento sobre la Verdad de los
                 orígenes. Por el Gral, fruto prohibido por excelencia, el hombre sabrá que es
                 Eterno, que posee un Espíritu Divino encadenado a la materia, que procede de
                 un Mundo imposible de imaginar  desde el Infierno terrestre pero por el que
                 siente nostalgia y al que desea regresar.
                        ¡Por el Gral el hombre ha recordado!
                        He aquí su primer crimen. Recordar el Origen Divino será, en adelante, un
                 terrible pecado y quienes lo han cometido deberán pagar por ello; esa es la
                 Voluntad del Demiurgo, la “Ley de Jehová Satanás”. Serán sus Ministros, los
                 Demonios de Chang Shambalá, quienes se encarguen de ejecutar la condena
                 cobrando el castigo en una moneda que se llama: dolor y sufrimiento. El
                 instrumento será, naturalmente, la  encarnación, repetida mil veces en
                 transmigraciones “controladas” por la “Ley” del Karma, declarando cínicamente
                 que el dolor y el sufrimiento son “para bien” de los Espíritus, “para favorecer su
                 evolución”. Si “el mal” radica en la sangre entonces se la debilitará favoreciendo
                 la mezcla racial y se la tornará impura envenenándola con el temor del pecado.
                 El resultado será la confusión estratégica del Espíritu y la completa oscuridad
                 sobre el pasado del hombre. “En el pasado no hay nada digno de ser rescatado”,
                 afirmarán durante milenios las gentes sensatas, a coro con los Demonios de la
                 Fraternidad. La Teología, y aún la Mitología, hablará sobre el mal del hombre con
                 el lenguaje del Demiurgo: el “pecado”, la “caída” y el “castigo”. La “Ciencia”, por

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