Page 292 - El Misterio de Belicena Villca
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“fenestra infernalis” de aquél. La porta infernalis es una abertura en la muralla
que se encuentra permanentemente vigilada por atentos centinelas. Frente a la
porta infernalis, pero fuera del Valhala, es decir, en “el mundo”, se halla
situado el Gral, sobre una Vruna; contra él, según se ha dicho, los Dioses
practican la oposición estratégica.
Es necesario profundizar un poco más en la descripción de esta
disposición debido a su extraordinaria importancia para la aproximación al
Misterio del Gral.
Ante todo, diré que el Gral, como un lapis oppositionis, fue depositado en
el Origen, sobre una Vruna y aún sigue allí: sobre la Vruna y en el Origen.
No se trata de un juego de palabras sino de una propiedad del Gral que debe ser
examinada con detenimiento: el Gral, como reflejo del Origen no puede devenir
en el tiempo a semejanza de las “cosas” materiales creadas por el Demiurgo; en
otras palabras: el Gral no puede estar en el presente. En verdad el Gral se halla
en el remoto pasado, en aquel tiempo y lugar en que fue colocado, y por eso no
debe ser buscado empleando “movimiento” (y tiempo) para conseguirlo pues tal
actitud apunta hacia el futuro, o sea en sentido contrario, tal como ya he
explicado. Pero si el Gral se encuentra en el pasado, si el tiempo no lo arrastra
hacia el presente con su incontenible fluencia como acontece con los objetos
materiales, y siempre ha permanecido allí (en el pasado) ¿cómo es que hemos
llegado a saber de él? y, lo más importante ¿cómo puede actuar en el presente,
tal como lo exige la Estrategia Odal, prescindiendo del tiempo? es decir, ¿en
virtud de qué “elemento” se conecta el Gral, “desde el pasado” con “el presente”,
por ejemplo, con un Líder hiperbóreo? La solución a estos problemas ha
constituido, desde antiguo, un peligroso Secreto... que ahora voy a tratar de
revelar. El enigma se resuelve razonando de este modo: si bien el Gral ha
permanecido siempre en el pasado, propiedad que únicamente posee en el
Universo la Gema de Kristos Lúcifer, lo mismo no ha acontecido con la Vruna
que lo sostenía (y que todavía lo sostiene). He aquí el Gran Secreto: mientras el
Gral, reflejo del Origen Divino, permanece como tal “situado en el Origen”, la
Vruna sobre la cual fue asentado ha atravesado los milenios y ha llegado hasta el
presente. Por cierto que la Vruna “siempre está presente”, lo que significa: “en
cualquier circunstancia histórica”. Hablaré un poco de la Vruna.
Se la conoce como Vruna del Origen o Vruna de Oricalco, pero cabe
aclarar que tales nombres no sólo designan al “símbolo” de la Vruna sino también
a la Piedra terrestre que fue asiento primordial del Gral. Por eso cuando en la
Sabiduría Hiperbórea se hace alusión a la “Vruna de Oricalco” de lo que en
realidad se está tratando es de una piedra, muy antigua, color azul violeta, en la
que los Dioses engastaron un signo vrúnico de oricalco. Se hace necesario, pues,
conocer la procedencia de la misma y el motivo de su construcción.
Ya mencioné en otras ocasiones que en un principio los Dioses ingresaron
al Sistema Solar “por la puerta de Venus” y que un grupo de ellos, los “Dioses
Traidores”, se “asoció al Plan del Demiurgo provocando luego, en combinación
con éste, la catástrofe de los Espíritus cautivos”. Los Espíritus Hiperbóreos fueron
encadenados a la Materia por haber caído en una celada cósmica, el Misterio de
A-mort, pero no hablaré por ahora de ello. El efecto que se produjo en el Mundo
evolutivo del Demiurgo al asimilar a los Espíritus confusos es lo que hoy
llamaríamos: una mutación colectiva. Al mal de la ordenación imitativa de la
materia, hecha por el Demiurgo, se sumó luego el mal de la mutación de su Obra
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