Page 293 - El Misterio de Belicena Villca
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y el encadenamiento de los Espíritus, es decir, la modificación del Plan realizada
                 por los Dioses Traidores. Y para “controlar” tan maligna empresa los Dioses
                 Traidores deciden fundar la Fraternidad Blanca, en la cual se deben organizar las
                 diferentes manifestaciones dévicas del  Demiurgo. La “sede central” del Poder,
                 Chang Shambalá, es también la clave de  la mutación colectiva de los siete
                 Reinos de la naturaleza. En efecto: ¿de qué manera mantenía el Demiurgo  la
                 estabilidad de la forma sobre la Tierra y cómo se aseguraba, antes de la
                 mutación, que los siete Reinos evolucionaran de acuerdo a su Plan? Hay dos
                 principios que intervienen en la ejecución del Plan, uno estático y el otro
                 dinámico. El Plan se apoya estáticamente en los Arquetipos y dinámicamente
                 en el Aliento del Logos Solar. Es decir que era una fuerza procedente del Sol,
                 vehículo físico del Logos Solar, la que mantenía el impulso evolutivo en los siete
                 Reinos de la naturaleza terrestre. Bien: para provocar cualquier alteración
                 permanente en el Plan del Demiurgo es imprescindible interceptar la corriente
                 energética procedente del Sol que, atravesando el océano de prana,
                 converge sobre la Tierra. Para cumplir con esta condición los Dioses Traidores
                 se instalaron desde un principio entre el Sol y la Tierra, en una posición fija que
                 jamás deja pasar ni un rayo de luz, es decir, ni un fotón, sin que antes haya sido
                 interceptado. Esta afirmación puede parecer fantástica, y en verdad lo es, pero
                 más fantástica e insensata ha sido la construcción de Chang Shambalá, ya que la
                 que hemos descripto es la función “técnica” de la sede del Poder de los Dioses
                 Traidores.
                        He aquí otro “Secreto” que ya no es tal; la “ubicación” de Chang Shambalá
                 se podrá ahora determinar a partir de este dato: siempre se encuentra entre la
                 Tierra y el Sol. En realidad Chang Shambalá está muy cerca de la Tierra, lo que
                 dará un idea de su enorme tamaño. Sin embargo aquí no se trata de un capricho
                 sino que debió construirse así por exigencias de su función  moduladora del
                 plasma genético solar.
                        Por supuesto, no faltará quien diga neciamente que todo esto es un
                 disparate dado que “las tradiciones del Tíbet y de la India” afirman que Chang
                 Shambalá “es un Reino situado en el Asia, entre las montañas Altai, el desierto
                 de Gobi y los Himalayas”. Sin dudas un comentario de este tipo constituirá un
                 disparate mayor que mis afirmaciones. En principio las mentadas “tradiciones del
                 Tíbet y de la India” son productos de la desinformación estratégica que durante
                 siglos ha desplegado la Fraternidad para que se ignore la verdad. Y en segundo
                 lugar diré que los datos más serios de  la Tradición, ya que  hay algunos datos
                 dignos de crédito, siempre  mencionan la ubicación de  “La Puerta de Chang
                 Shambalá” y jamás al Reino en sí. Esta sutil distinción es sumamente sugestiva
                 pues el hecho de que en un determinado lugar geográfico exista una puerta no
                 implica que el Reino esté inmediatamente detrás. Podría entenderlo así una
                 mente primitiva, condicionada por la creencia de que la línea recta es la distancia
                 más corta entre dos puntos, y de hecho tal cosa ocurre frecuentemente. Pero
                 aquí estoy manejando la información en otro nivel y por eso adelantaré cuatro
                 versos del Canto de la Princesa Isa, que ya tendrá oportunidad de conocer
                 cuando relate la historia de Nimrod, “El Derrotado”.

                                      “Pero aunque Dejung está lejos,
                                      sus puertas están en todas partes.
                                      Siete puertas  tiene Dejung,

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