Page 310 - El Misterio de Belicena Villca
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¡Allí, en la Morada de los Dioses, Os habéis ganado un lugar junto a los
Héroes de la Raza Hiperbórea! ¡Y en la Tierra, habéis conquistado el
derecho a existir, aún en medio de la mayor Ilusión del Gran Engaño! ¡Es la
Voluntad de Navután que Vuestra casa exista hasta el día de la Batalla Final
y que sus miembros acompañen las filas de los Dioses portando el
estandarte del Espíritu Eterno! Por eso Os ha revelado por mi intermedio a
Tirodinguiburr, Su Nombre Olvidado, la Clave del Misterio del Laberinto:
para que Vuestro Espíritu se reoriente hacia el Origen y jamás vuelva a
extraviarse.
Comprended, Señores de Tharsis, que el hombre dormido sólo es
consciente de un Mundo, de una Tierra, de una Historia, a la que considera
“real”, pero que el Espíritu cautivo comparte en la Ilusión millones de
Mundos posibles, de Tierras semejantes, de Historias parecidas. Vosotros
sois hombres despiertos, mas el hombre dormido vive, sin saberlo, en
millones de Mundos a la vez: su conciencia, en ocasiones permanece toda
la vida referida a un Mundo particular; o, eventualmente, pasa de un Mundo
a otro sin notarlo; pero el hombre dormido es incapaz de distinguir un
Mundo de otro pues la Ilusión es muy intensa, el sueño demasiado
profundo. Diferente es el punto de vista del Espíritu cautivo, que subyace
encadenado en el Alma del hombre dormido. Para el Espíritu Eterno
cualquiera de esos Mundos puede ser “real”, puede vivirse como real, pero
todos son igualmente ilusorios. Para el Espíritu, muchos de los hombres
que creen existir, y muchas de las cosas que se cree que existen, no son
reales, es decir, son pura ilusión. Para el Espíritu sólo es Real el Mundo que
El mismo afirma como tal, sólo existe el hombre en el cual El se manifiesta
con mejor orientación estratégica.
¡Así es, Señores de Tharsis!: Para el Espíritu, la Realidad depende de
la orientación estratégica. Y el hombre despierto sólo existirá si dispone de
orientación estratégica con respecto al Origen: porque es desde el Origen
que el Espíritu ve al hombre despierto y dice –Está allí, ex sistit–.
¿Qué es, pues, la orientación estratégica?: En un instante dado,
simultáneamente, ciertos hombres despiertan aquí y allá, en algunos de los
Mundos posibles: es el Espíritu del Hombre quien los evoca y hacia quien
ellos se dirigen. Cada uno de esos Mundos es “real” para el hombre
despierto que lo habita y percibe. Y desde cada uno de esos Mundos
“reales” un hombre despierto marcha hacia un punto que es común a todos
los Mundos Posibles: el Origen del Espíritu cautivo. En un sitio está el
hombre despierto y su Espíritu cautivo, en otro el Origen y el Espíritu
absolutamente libre; ¿qué separa al hombre despierto del Origen?: Una
distancia llamada “Laberinto”, que sólo puede allanarse mediante las
Vrunas de Navután. El Espíritu despierta al hombre dormido; el hombre
despierto adquiere la Sabiduría Hiperbórea; la Sabiduría Hiperbórea le
revela las Vrunas de Navután; y las Vrunas de Navután constituyen a
Tirodinguiburr, el Secreto del Laberinto. Con la Clave de las Vrunas, el
hombre despierto se orienta en el Laberinto y encuentra el Origen, lo único
verdaderamente Real para el Espíritu. El tiempo necesario para concretar la
orientación se lo concede la Inmortalidad de la Semilla de Piedra, que la
Gracia de la Virgen de Agartha siembra en el Corazón de los que buscan el
Origen.
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