Page 315 - El Misterio de Belicena Villca
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administrarle la Iniciación Hiperbórea; la penúltima de esas Ordenes fue la
Thulegesellschaft, encargada de guiar al Führer Adolfo Hitler, nacido a fines
del siglo XIX, hasta los Hombres de Piedra de la Einherjar; y la última de las
Ordenes formadas por Ellos fue la Orden Negra inspirada en secreto por la
Thulegesellschaft, pero en realidad dirigida por los Hombres de Piedra de la
supersecreta Einherjar; los vrunaldinos alcanzaron, pues, el Honor de acompañar
al Gran Jefe Blanco, al Führer, en su Guerra Total contra las Potencias de la
Materia, como había predicho tantos siglos antes el Señor de Venus.
John Dee
Los Valentininos quedaron entonces como únicos representantes de la
Casa de Tharsis en España; especialmente, los únicos que se dedicarían a
cumplir la misión familiar. Desde San Félix de Caramán los acompañaron diez de
los descendientes de Arnaldo Tíber, que deseaban seguir viviendo cerca de sus
primos. Se instalaron en la vieja Casa Señorial y trabaron excelentes relaciones
con la población catalana de Turdes, a la que agradaba que aquellos nuevos
Señores procediesen del Languedoc y comprendiesen su lengua nativa. El Noyo
retomó la Guardia en la Caverna Secreta y pronto tuvo la compañía de otro
Hombre de Piedra quien, impresionado aún por la experiencia con el Señor de
Venus, había decidido consagrarse a la Custodia de la Espada Sabia. En
situación semejante se encontraban los seis asistentes a la reunión de San Félix
de Caramán, pero no sería posible que todos abandonasen el Mundo pues se
debía dedicar atención a los intereses patrimoniales de la Casa. España se
industrializaba rápidamente y se requerían, en las principales ciudades, toda
suerte de materias primas; en Turdes, la nueva población de origen catalán
reactivó la producción de minerales, completamente abandonada por los Señores
de Tharsis en los últimos siglos. Así, como si los milenios no hubiesen
transcurrrido, el oro y la plata volvían a ser extraídos de las sierras por los
Señores de Tharsis. No obstante la atención que la nueva situación exigía, hacia
mediados del siglo XIV todo estuvo bajo control: para entonces, cinco de aquellos
seis iniciados ya se habían recluido en la Caverna Secreta.
Cuando llegaron los valentininos a Huelva, el Condado pertenecía a
Sevilla. Alfonso XI de Castilla lo cedió en 1338 al Gran Maestre de Santiago, con
lo que reapareció el peligro Golen: además de ser una Orden céltica
eminentemente Golen, muchos Templarios se habian refugiado en ella luego del
proceso promovido por Clemente V, y entonces comenzaron a infestar la región.
Sin embargo, catorce años después, el infante Don Pedro se lo quita al Gran
Maestre para obsequiarlo a María Padilla. A fines del siglo XIV la Casa de las
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