Page 420 - El Misterio de Belicena Villca
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habría existido 12.000 años atrás; pero como ésta, Atlandia también sucumbió a
                 un cataclismo. –El Profesor abrió la carpeta colgante y luego de hojear cientos de
                 fotocopias, entre las que reconocí “Los  manuscritos del Mar Muerto, facsímil
                 editado por la UNESCO”, extrajo un folio escrito en lengua rúnica, que era la
                 copia del Oera Linda. Junto, había una traducción al inglés hecha y comentada
                 por Robert Scrupton en 1977, titulada “The Other Atlantis”. De este último texto
                 leyó, ante mi curiosidad, lo siguiente: “Las implicaciones del Oera Linda son
                 que algunos refugiados de la hundida Atlandia, alcanzaron el área general
                 de los Países Bajos y Dinamarca, poblados ya por colonos atlandeses por
                 lo menos desde el año 4.000 A.J.C. Se establecieron allí y contactaron con
                 sus parientes, quienes, como piratas, marinos y mercaderes, habían
                 mantenido comunicación con la madre patria y con los diversos lugares del
                 mundo colonizados por atlandeses”.
                        “Al cabo de un tiempo, los descendientes frisones, escribieron
                 relatos de la madre patria, sus gentes, su historia, su religión y su ley.
                 Conforme una generación sucedía a otra, se perdieron algunos de los más
                 antiguos escritos, mientras que otros se resumían y se añadieron nuevos
                 capítulos a la historia de aquel pueblo. Se convirtieron así en el diario de un
                 pueblo renovado y modernizado, en una verdad sagrada para la familia que
                 la poseía”.
                        “Estos resúmenes y adiciones, continuaron siendo realizados por los
                 descendientes de la Atlandia hasta el año 1256 de nuestra Era, dando de
                 este modo, siempre que se acepte la autenticidad de los manuscritos, el
                 testamento de la historia de  un pueblo durante 3.000 ó 5.000 años:  un
                 documento sin paralelo en la Historia humana”.
                        “Nada se añadió después de 1256, fecha en que Hiddo Over de Linda
                 de Frisia, recopiló todo el material existente en un nuevo papel hecho a
                 base de algodón, que los árabes habían traído a España y que se estaba
                 empezando a utilizar en toda Europa”.
                        “La copia final pasó de una generación a otra de la familia, hasta el
                 año 1848, fecha en que una mujer, Aafjie Meylhof (nacida Over de Linden),
                 se la dio a su sobrino Cornelius Over de Linden. Este último, que era
                 maestro de navíos en los Astilleros Neerlandeses de Helder, decidió
                 finalmente que el doctor Eelco Verwiss, bibliotecario de la Biblioteca
                 Provincial de Leewarden, de Frisia, copiara el documento”.
                        “El escrito –con todas sus implicaciones– pasó a dominio público”.
                        Siguió leyendo el Profesor los comentarios de Robert Scrupton, reseñando
                 las pericias sufridas por el Oera Linda hasta nuestros días. Pues, aunque no
                 existen casi dudas sobre su autenticidad –por lo menos hasta el año 1256–,
                 muchos se resisten a aceptarlo como documento histórico ya  que el milenario
                 libro, al echar luz sobre episodios mitológicos de la Historia, se hace de
                 enconados enemigos.
                        Yo escuchaba fascinado mientras el Profesor continuaba implacable:
                        –Bien, vamos a lo nuestro. En uno de los manuscritos frisones, donde se
                 cuenta la lucha que sostuvieron los hombres de Frisia (blancos) con los invasores
                 Magiares (amarillos) 2.000 años A.J.C. está la historia de Neef Teunis, un marino
                 frisón que, saliendo de Dinamarca, navega hasta el Mediterráneo con la idea de
                 entrar al servicio de los Reyes de Egipto.  “En la parte más al norte del


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