Page 424 - El Misterio de Belicena Villca
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“Irlanda no conoció a Roma ni a  los bárbaros, y eso explica esa
                 aceptación del cristianismo sin brusquedades”.
                        “Tampoco se conocen muchas cosas sobre los Druidas; pero su
                 facilidad para aceptar una cierta forma de cristianismo, parece situarles
                 espiritualmente muy cerca de aquél. Nada de la nueva revelación les ha
                 extrañado: ni la unidad Divina, ni un Dios no Creado que engloba el
                 Universo en todas sus formas, ni la Divinidad en Tres Personas, ni un Dios
                 nacido de una Virgen, ni el Dios encarnado, ni el Hombre Divino crucificado,
                 ni la resurrección, ni la inmortalidad del Alma que ellos ya predicaban...”
                        “San Benito, en sus últimas horas, gritaba: “Veo a la Trinidad y a
                 Pedro y a Pablo y a Druidas y a Santos...”
                        “Todo el pueblo celta, tras los Druidas, se precipitó hacia el
                 cristianismo”. “Irlanda, que había escapado a la conquista romana y luego a
                 las conquistas árabes, permaneció cristiana, pero si puede decirse así,
                 “druídicamente”.
                        Indudablemente el Profesor Ramirez sabía apoyar sus argumentos con los
                 textos más adecuados, pensé con admiración.

                        –Alrededor de esos sucesos –proseguía el Profesor– se sitúa (siglo VII) la
                 “desaparición” de los Druidas en su aspecto tradicional, pero se producen
                 esporádicas reapariciones a través de la Historia, especialmente durante las
                 Cruzadas (siglos XI a XII), en los procesos a los Templarios (siglo XIV), en el
                 Renacimiento (siglos XV y XVI), en la afirmación de las corrientes llamadas de la
                 Ilustración, Librepensamiento, Enciclopedismo y Masonería, (siglos XVII y XVIII).
                        Como ve, siempre aparecen vinculados a la crisis o a la revolución, pero
                 ojo Arturo, solamente en relación a la Raza celta. Parece que la presencia del
                 Druida tiene un solo objeto: ser guía de los celtas, como cantaba Taliesin. Hoy
                 celta significa poco, pero recuerde que gran parte de Francia e Italia, Portugal,
                 Bélgica, Suiza, Irlanda, Escocia, parte de España y el 50% de la América Blanca,
                 son celtas.

                        A esta altura de la conversación (o monólogo debería decir, ya que el
                 Profesor con su precisión no daba lugar a interrupciones) Yo estaba
                 profundamente impresionado. El Profesor Ramirez sabía sobre el asunto mucho
                 más de lo que me había imaginado al comienzo de la conversación. Decidí
                 continuar con el juego y simular mayor  asombro. Para actuar con convicción
                 trataría de llevar el diálogo a un terreno concreto.
                        –La Gran Conspiración Judía Mundial puedo comprenderla perfectamente,
                 Profesor, dado que el objetivo declarado por Rabinos o simples hebreos de todos
                 los tiempos, es el Dominio del Mundo  y el sometimiento de la Humanidad al
                 Pueblo Elegido por Jehová.  “La Israel celeste –dice el Talmud–  tiene como
                 destino de gloria reinar sobre los pueblos gentiles”.
                        Pero ¿qué objetivo persiguen los Druidas perpetuándose a través de los
                 siglos para dirigir secretamente a los celtas, mediante su Ciencia maldita? No un
                 objetivo imperialista, pues los celtas jamás tuvieron Imperio, sino que establecían
                 confederaciones de tribus o pueblos cuya decadencia comenzó con la “Campaña
                 de las Galias” realizada por Julio César. Tampoco un objetivo que implicara algún
                 tipo de beneficio espiritual para los celtas, pues, ya no lo dudo, los Fili están
                 impulsados por algún fin perverso. ¿Por qué lo hacen, Dios mío, por qué?

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