Page 115 - pasaporte a magonia jacques vallee
P. 115

114   JACQUES  VALLEE     PASAPORTE  A  MAGONIA                115


 cidad.  Agregan  que  cambió  bruscamente  de  dirección  para  diri-  Este  informe  es  notable  por  lo  que  no  contiene.  A  este  res-
 girse  después  al  Sur.  Poco  después  se  detuvo y  se  inmovilizó  en  pecto,  es  probablemente  típico  de  una  gran  parte  de  los  docu-
 el  aire.  Hasta  este  momento  no  percibieron  sonido  alguno.  Am-  mentos  del  Ministerio  del  Aire  (que  en  su  mayoría  se  refieren  a
 bos  observadores  se  pasaban  los  prismáticos.  Mientras  permane-  casos  de  gran  proximidad  con  un  OVNI),  en  los  que  ya  sea  por
 cía  inmóvil,  empezaron  a  surgir  objetos  del  cuerpo  del  «objeto»,
 que ellos  describen diciendo que parecían alas en forma de una V   timidez  del  testigo,  o  por  falta  de  un  adecuado  interrogatorio
 antes  de  extenderse.  Las  «alas»  tenían  luces  rojas  en  sus  extre-  posterior,  queda  eliminada  la  información  más  importante.  En  el
 mos.  En  este  momento  observaron  que  el  objeto  parecía  des-  caso  que  nos  ocupa,  los  testigos  no  facilitaron  al  Ministerio  del
 cender  en  dirección  a  su  automóvil.  El  objeto  continuó  descen-  Aire  ninguna  información  acerca  de  los  seres  que  pudieron  ver  a
 diendo  hasta  que  les  pareció  que  sólo  lo  tenían  a unas  «decenas  bordo  del  aparato  mientras  lo  observaban  con  prismáticos.  Y  una
 de metros»  sobre  su coche.  Entonces  decidieron  abandonar  aque-  pertinente  investigación  hubiera  revelado  un  elemento  del  que  de
 lla  zona  lo  más  de  prisa  posible.  Mr.  Hill  conducía  y  Mrs.  Hill  momento  ellos  no  se  dieron  cuenta:  su  incapacidad  para  explicar
 observaba  el  objeto  asomando  la  cabeza  por  la  ventanilla.  Éste  un  lapso  de  tiempo  de  dos  horas  transcurrido  entre  los  dos  mo-
 partió  en  dirección  Noroeste,  aproximadamente,  pero  Mrs.  Hill  mentos  en  que  oyeron  los  zumbidos.  En  realidad,  no  podían  re-
 no  pudo  observar  la  totalidad  de  su  partida por  la  posición  que  cordar  como  recorrieron  los  cincuenta  y  cinco  kilómetros  que  se-
 ocupaba  en  el  coche.  paran  Indian  Head  y  Ashland,  y  que  se  mencionan  de  manera  tan
 Informan  que  mientras  el  objeto  estaba  sobre  ellos  después  casual  en  el  informe  del  Ministerio  del  Aire.
 de  que  hubo  «descendido»,  oyeron  una  serie  de  «zumbidos»  fuer-
 tes  pero  cortos,  que  compararon  al  que  produciría  un  diapasón  Lo  que  sucedió  cuando  su  historia  fue  conocida  está  bien  do-
 al  caer.  Informan  que  pudieron  oír  estos  zumbidos  dentro  de  su  cumentado  en  el  libro  de  John  Fuller.  Ambos  testigos  sufrieron
 vehículo.  No  efectuaron  nuevas  observaciones  visuales  de  este  una  serie  de  extrañas  pesadillas.  Estos  sueños  les  impulsaron  a
 objeto.  Prosiguieron  su  viaje  y  cuando  llegaron  a  las  proximi-  visitar  a  un  psiquiatra,  quien  se  valió  de  la  hipnosis  para  bucear
 dades  de  Ashland,  NH,  a  unos  cincuenta  kilómetros  de  Lincoln,  hasta  la  raíz  del  problema,  y  sólo  entonces  se  descubrió  que  el
 volvieron  a  oír  el  «zumbido»  del  «objeto»;  no  obstante,  esta  vez  origen  de  las  pesadillas  se  encontraba  en  aquellas  dos  horas  per-
 no lo  vieron.  didas.  Bajo  hipnosis  separada,  Betty  y  Barney  Hill  dijeron  que
 Mrs.  Hill  informó  que  el  vuelo  del  «objeto»  era  caprichoso,  habían  sido  llevados  por  los  extraños  seres  al  interior  del  OVNI.
 pues no cambiaba con rapidez de dirección, ascendiendo y descen-  Yo  he  tenido  el  privilegio  de  escuchar  la  porción  de  las  cin-
 diendo  numerosas  veces, y  con  gran  celeridad,  durante  su  vuelo.
 Éste  se  efectuaba  a  sacudidas  y  no  era  nada  regular,  según  la  tas  magnetofónicas  que  abarca  el  «secuestro»  de  Betty  y  Barney
 descripción  de  los  observadores.  Hill.  Ulteriores  conversaciones  sostenidas  con  los  testigos,  y  con
 Mr.  Hill  es  un  empleado  del  Servicio  Civil  en  la  Central  de  el  doctor  Simon  y  John  Fuller,  me  inclinan  a  considerar  el  caso
 Correos  de  Boston y no  posee  instrucción  técnica o científica.  Su  no  como  un  suceso  individual  que  hay  que  investigar  y  considerar
 esposa  tampoco  posee  esa  clase  de  instrucción.  como  tal,  sino,  por  el  contrario,  como  indicación  de  una  norma
 Durante  una  conversación  sostenida  posteriormente  con  Mis-  general  que  no  puede  separarse  de  la  totalidad  del  fenómeno.
 ter  Hill,  éste  observó  que  al  principio  él  no  se  proponía  dar  En  primer  lugar,  es  interesante  observar  que,  a  medida  que,  a
 parte  de  este  incidente,  pero  como  él  y  su  esposa  presenciaron  consecuencia  del  tratamiento,  iban  acudiendo  más  detalles  a  la
 en realidad el  hecho,  decidió  comunicarlo a  las  autoridades.  Dice  memoria  de  los  Hill,  el  caso  iba  adquiriendo  cada  vez  más  las
 que  el  verlo  de  una  manera  retrospectiva,  todo  el  incidente  le  características  que  se  encuentran  en  otros  casos  de  aterrizaje  de
 parece  increíble  y  se  siente  un  poco  ridículo...  Sencillamente,  le
 cuesta  creer  que  semejante  cosa  pudiera  ocurrir  o  hubiese  ocu-  OVNIS,  de  los  que  los  Hill  no  se hallaban  enterados.  Uno  de  tales
 rrido.  Dice,  por  otra  parte,  que  ambos  vieron  lo  que  comunica-  detalles  es  el  siguiente, recordado  por  Betty Hill:  cuando  su  auto-
 ron,  y  este  hecho  le  confiere  cierto  grado  de  realidad.  móvil  quedó  parado  y  un  grupo  de  «hombres»  se  acercó  a  ellos,
 La  información  aquí  contenida  se  recogió  mediante  conversa-  los  seres  abrieron  la  puerta  del  vehículo  y  la  apuntaron  con  un
 ciones  telefónicas  entre  los  observadores  y  el  autor  de  este  in-  pequeño  aparato.  Cuando  le  pregunté  a  qué  objeto  de  uso  co-
 forme.  No  podemos  apreciar  si  el  observador  es  digno  de  con-  rriente  podría  compararlo,  ella  me  dijo:  «Podía  haber  sido  un
 fianza,  y  si  bien  su  aparente  honradez  y  seriedad  parecen  ser  lápiz.»
 válidas,  por  el  momento  no  pueden  juzgarse.  No  hace  falta  repetir  aquí  las  descripciones  ofrecidas  por  los
      Hill  acerca  de  la  manera  como  fueron  secuestrados  o  de  las  con-
      diciones  existentes  en  el  interior  del  objeto.  Baste  con  decir  que
   110   111   112   113   114   115   116   117   118   119   120