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Foto III.41: Participantes jugando con las cartas de los afectos.
Algunos de los afectos demostrados fueron: “gracias por aceptarme en el face”
“gracias por venir” “gracias por traernos” “gracias por recibirnos y aceptarnos en tu
chacra”, “tienes muy lindos colores de ojos”, entre tantos otros agradecimientos,
piropos, cumplidos y demás.
Foto III.42: Regalando un abrazo. Foto III.43: Regalando un beso.
El juego, se tornó trascendente, ya que durante todo el resto de la jornada,
mientras la coordinadora cocinaba y otros ayudaban con el fuego, o después del
almuerzo, se jugaba al “Chancho mimoso”, aun cuando se habían llevado otras cartas
(españolas). Esto pudo haberse debido a que el juego resulto innovador y divertido, así
como también porque sintieron que resultaba agradable brindar y recibir distintos tipos
de afectos de los demás compañeros, lo que resulta de suma importancia ya que es un
modo de sensibilizar lo que implica el intento de atraer la atención de una persona o
grupo de personas, promoviendo la apertura de espacios para la reflexión sobre la
práctica cotidiana, fomentando el interés, el compromiso y la solidaridad con los
problemas de nuestro alrededor y de la comunidad en que vivimos (De Angelis, 2009).
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