Page 181 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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2.º Exenciones generales de impuestos, reducción y facilidades para el pago de los
mismos;
3.º Conversión de las deudas municipales, reducción de intereses y ordenación de la
economía crediticia;
4.º Concesión de préstamos prematrimoniales y subsidios infantiles.
Los Programas Reinhardt
En el capítulo sobre la Política social (véase “Lucha del Trabajo”) he tenido ocasión de
hablar sobre las grandes leyes, del 1.º de junio y del 21 de septiembre de 1933,
referentes a la disminución del paro forzoso, que se conocen con el nombre de
programas Reinhardt. Me limitaré sólo a recordar que por los primeros párrafos de
ambas leyes se dispone, para el fomento de trabajos públicos y privados, de unos 2.000
millones de marcos, en forma de préstamos, subvenciones y cupones de bonificación de
intereses. La procuración de esos fondos se logró, en parte, mediante los donativos
voluntarios para el fomento del trabajo nacional, pero sobre todo por medio del recargo
anticipado del presupuesto nacional a plazo corto y a medio plazo.
A estos 2.000 millones hay que añadir los 900 que ya habían sido autorizados
anteriormente por el programa Papen y el de ejecución inmediata. Otros 1.400 millones
de marcos han afluido a la Economía en los años de 1934-37, de modo que, en estos
cuatro años, el Reich ha recibido como pago, en lugar de metálico, bonos sobre
impuestos por un importe equivalente al total de la suma citada.
Si a esto añadimos los gastos adicionales, resulta un recargo anticipado del presupuesto
de unos 4.500 millones de marcos que se ha evidenciado como absolutamente tolerable.
Esta cantidad ha sido y será compensada mediante la correspondiente disminución en la
partida del auxilio a los parados y en el aumento por el concepto de impuestos. (A esta
enorme suma hay que añadir todavía unos 900 millones de marcos que la Oficina
nacional del seguro contra el paro forzoso ha puesto a disposición para la adquisición de
tierras, etc., desde el año de 1933, y otros 1.500 millones de marcos para los gastos
desembolsados hasta entonces en la construcción de las auto-pistas y en los programas
suplementarios de procuración de trabajo de los ferrocarriles y de los servicios de
correos.)
El capítulo II.º de la ley para la disminución del paro forzoso de fecha 1.º de junio de
1933 trataba de la exención de impuestos para la compra de material de repuesto. Esta
ley estimulaba a los empresarios a renovar el material industrial o agrícola hasta fines de
1934. En la declaración de ingresos, y con el fin de comparar los correspondientes
impuestos a las utilidades corporativas e industriales, se autorizó a deducir los gastos
originados por la compra o fabricación del material destinado a la renovación. El Reich
podía arriesgarse sin ningún peligro al empleo de esta política contributiva aunque el
aumento en las deducciones, que ocasionara la compra o fabricación, faltaría en los años
siguientes. Se trata de una especie de préstamo contributivo que el Reich concedía a los
contribuyentes en el ejercicio de los años de 1934 y 1935 como derecho a una mayor
cuota de amortización y que el Estado recupera hoy por la inexistencia de aquella.
Esta medida, que ya de antemano tenía señalado un plazo, ha sido completada por la
nueva ley sobre el impuesto sobre las rentas del 16 de octubre de 1934. El suplemento
determina que los desembolsos en las instalaciones industriales que tengan por objeto la
inversión de capital y cuya duración normal de uso no pase de cinco años pueden ser
deducidas totalmente de las ganancias en el año de su adquisición.
La concesión de estos préstamos ha conducido a resultados satisfactorios. Las máquinas
se consideran como bienes económicos de capital fijo en la industria y en la agricultura.
Por eso el movimiento de ventas en la industria de maquinaria se quintuplicó en el año
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