Page 184 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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En  el  capítulo  dedicado  a  las  Comunicaciones  trataré  de  las  medidas  fiscales
                  encaminadas a impulsar la producción de vehículos de motor y sus industrias anejas en
                  conexión con la construcción de las autopistas de Adolfo Hitler y con la “motorización”.
                  Pero  antes  de  cerrar  la  sumaria  enumeración  de  las  disposiciones  financieras  del
                  Gobierno  nacionalsocialista,  creo  conveniente  hacer  referencia  a  la  política  de
                  saneamiento de la situación económica de los municipios.
                  Por la ley de la “conversión de la deuda municipal” del 21 de septiembre de 1933 fue
                  posible transformar las deudas a plazo corto y medio en deudas a largo plazo y liberar
                  así a los municipios de intereses insostenibles. La ley autoriza al municipio que tenía
                  dificultades  en  el  pago  de sus deudas a corto  plazo  a  ingresar  como  miembro  en un
                  Sindicato  de  conversión.  Los  municipios  podían  ofrecer  a  sus  acreedores  para  la
                  conversión  de  las  deudas  obligaciones  del  Sindicato  al  4%,  amortizables  con  un  3%
                  anual a partir del 1.º de octubre de 1936 con un período mínimo de 20 años. En el caso
                  en que el acreedor no aceptara esta proposición no podía reclamar su crédito incluso sus
                  intereses, durante un término de 5 años. Si por acaso el Sindicato suspendiera el pago de
                  intereses, el Reich intervendría y deduciría sus anticipos de las participaciones de los
                  Estados  federales  en  los  impuestos.  El  Sindicato  de  conversión  fue  instituido  en  el
                  Banco prusiano. El importe total de las deudas a corto plazo sujetas a la conversión fue
                  calculado en unos 2.000 millones de marcos.
                  Hablan  de  una  manera  elocuente  del  resultado  favorable  de  esta  operación  las  cifras
                  siguientes:  en  1939  la  deuda  total  de  los  municipios  importaba  11.295  millones  de
                  marcos,  de  los  cuales  5.326  millones  eran  deudas  interiores  a  largo  plazo  y  2.789
                  millones a plazo corto o medio; actualmente, de 10.987 millones 7.461 millones a largo
                  plazo y sólo 435 millones a plazo corto o medio.
                  Al  mismo  tiempo  los gastos hechos para  mitigar  la crisis  no  están  soportados,  como
                  ocurría anteriormente, por el Reich  y por  los municipios en la proporción de 80% el
                  primero  y  20%  los  segundos,  sino  que  quedan  a  cargo  por  entero  de  la  Oficina  de
                  colocación obrera y seguro contra el paro forzoso. Esto significa un alivio importante
                  para  los  municipios.  Por  último,  se  dispuso  una  limitación  fija  en  las  cargas  de  los
                  municipios  respecto  a  los  desembolsos  por  concepto  de  Asistencia  pública.  De  esta
                  manera se  facilita a  los ayuntamientos el  cálculo bien  definido  de su presupuesto:  el
                  importe es menor que los desembolsos hechos hasta ahora.
                  Otro paso importante hacia el saneamiento del presupuesto municipal ha sido la reforma
                  de la contribución predial, que es, en esencia, una medida preparatoria para la reforma
                  fiscal del Reich.
                  Las contribuciones prediales e industriales antes eran impuestos de los Estados federales
                  y  los  municipios  y  mancomunidades  municipales  podían  imponer  recargos
                  suplementarios.  Este  sistema  contributivo  no  tenía  base  legislativa  uniforme.  La
                  reglamentación estaba regida por medio de 16 diferentes leyes federales. En virtud de 4
                  ordenanzas,  publicadas  el  1.º  de  diciembre  de  1936,  se  unificaron  las  contribuciones
                  prediales para todo el territorio del Reich. La contribución predial e industrial ha dejado
                  de  ser  de  la  competencia  de  los  Estados  federales,  y  se  ha  convertido  única  y
                  exclusivamente  en  un  impuesto  municipal  que  debe  constituir  la  principal  fuente  de
                  ingresos para los ayuntamientos. Estas disposiciones tienden a la realización del gran
                  fin, según el cual, en el futuro, no deben existir más impuestos que los del Reich y de
                  los municipios.
                  Esta transmisión  de  las  contribuciones de  los Estados federados a  los  municipios,  ha
                  hecho  necesaria  una  nueva  distribución  de  las  cargas  y  funciones  entre  los  Estados
                  federales,  mancomunidades  municipales  y  ayuntamientos.  Se  han  establecido  normas
                  según  las  cuales  se  atribuyen  a  los  municipios,  con  carácter  uniforme  para  todo  el



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