Page 215 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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las comarcas  más  diversas  del  Reich.  Destacamentos del  Ejército  ejecutan  durante  la
                  fiesta  maniobras  militares  que  despiertan  entusiasmo  indescriptible  entre  los
                  espectadores.
                  Un  espectáculo  fantástico  ofrece  a  la  vista  este  millón  de  campesinos  con  sus
                  pintorescos trajes regionales cuando tienden su brazo derecho hacia la tribuna de honor,
                  desde la cual Adolfo Hitler en forma persuasiva les habla de las bellezas de la nueva
                  Alemania, de la paz que reside en el trabajo, de la misión providencial del Agricultor -
                  de importancia capital para todo el pueblo alemán-, pronunciando palabras como éstas:
                  “La primera y más sólida representación del pueblo es la parte que nutre a la humanidad
                  con los productos de la tierra fértil y que gracias a la fecundidad de su familia perpetúa
                  a la nación ... Desde el puesto que ocupo, soy feliz de poder consagrar mi actividad al
                  pueblo  alemán.  Me  regocijo  de  cada  hora  en  que  interrumpo  mi  trabajo  para
                  encontrarme en medio de él. Vuestros ojos y vuestras miradas constituyen para mí  la
                  más bella recompensa que puede remunerar  mi  trabajo  sobre  esta tierra.  Siempre  me
                  separo de vosotros con una fuerza dos o tres veces mayor que aquella que tenía al venir
                  hacia vosotros” ...
                  Y  cuando,  después  de  haber  hablado  así,  el  Führer  pasa  por  entre  la  multitud,
                  deteniéndose aquí y allá con objeto de estrechar algunas de las innumerables manos que
                  hacia  él  se  tienden,  el  entusiasmo  de  reconocimiento  de  la  inmensa  muchedumbre
                  parece no tener fin. La fiesta de la cosecha confirma la compenetración de Adolfo Hitler
                  con la clase agrícola; ello se ha manifestado en 1936 no sólo en la fiesta del Bückeberg
                  sino  también  por  un  trabajo  práctico  de  larga  duración;  los  campesinos  decidieron
                  cultivar lino voluntaria y gratuitamente en una extensión que excedía en 2.000 hectáreas
                  a la superficie que se había ordenado cultivar. El producto de este trabajo, de un valor
                  de  800.000  marcos  aproximadamente,  fue  ofrecido  como  presente  al  Führer  para
                  contribuir a mejorar el aprovisionamiento autónomo de Alemania.
                  A  pesar  de  los  resultados  favorables  de  la  campaña  en  pro  de  la  producción,  hay
                  momentos en  Alemania en que se presenta una  escasez pasajera en el  mercado de la
                  carne, de los productos grasos y de huevos; ello se explica por el número creciente de
                  consumidores.  No  hay  que  olvidar  que  desde  enero  de  1933,  más  de  6  millones  de
                  antiguos sin trabajo y un millón y medio de nuevos obreros encontraron trabajo y pan
                  poniendo a la agricultura ante una tarea de ímproba realización.
                  Por último, hay que hacer resaltar que las medidas agrícolas alemanas son de carácter
                  completamente propio y no se prestan a ser comparadas con las de otras naciones. Así,
                  por  ejemplo,  la  sistemática  economía  rusa  no  tiene  lo  más  mínimo  que  ver  con  la
                  reglamentación  del  mercado  en  Alemania  porque  las  condiciones  previas  son
                  fundamentalmente distintas. La ideología política y económica de la nueva Alemania es,
                  en  todos  conceptos,  opuesta  al  colectivismo  y  al  internacionalismo  ruso;  por  el
                  contrario, es nacionalista y descansa sobre el principio de la comunidad nacional.
                  La agricultura alemana permanece leal a su antiguo lema:
                  “Cultiva tu campo, al arado se fiel,
                  Así sirves al mundo a granel.”







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