Page 217 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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trabajador haciéndole un título de honor para todo alemán, por eso todo joven alemán
                  en calidad de obrero manual debe hacer su servicio de honor al Estado.
                  De  este  modo  el  Servicio  del  Trabajo  llegará  a  ser  la  escuela  de  educación  popular,
                  insustituible,  para  la  nueva  clase  obrera  alemana,  para  el  socialismo  alemán  tomado
                  como modelo.”
                  Bajo  la  presión  del  paro  obrero  en  contínuo  aumento,  el  Gobierno  de  Brüning  se
                  apresuró, en  su tiempo, a adoptar  esta  idea del  nacionalsocialismo.  Por  medio  de un
                  decreto-ley de junio de 1931 se creó un servicio voluntario del trabajo que no fue otra
                  cosa más que una especie de auxilio social para los parados y de efecto productivo para
                  el Estado a la inversa de la forma anterior.
                  Este  servicio  fue  subordinado  al  Ministro  de  Trabajo  quien  transfirió  su  tarea  a  la
                  oficina  de  colocación  obrera  y  de  seguro  contra  el  paro.  con  ello  se  confió  la
                  organización  de  los  campamentos  de  trabajo  y  del  Servicio  voluntario  del  trabajo  al
                  burocratismo y a las oficinas del trabajo.
                  Podían ser objeto del Servicio voluntario del trabajo obras circunstanciales de utilidad
                  pública y cuya realización interesara a la generalidad sin que se pudieran costear de otra
                  manera. En la práctica, sin embargo, se permitieron todos los trabajos deseados por un
                  empresario,  por  ejemplo,  un  ayuntamiento;  sólo  una  mínima  parte  del  Servicio  del
                  Trabajo  se  dedicó  durante  ese  tiempo  a  obras  que  redundaran  en  beneficio  de  la
                  producción y de valor efectivo desde el punto de vista de la economía nacional.
                  La ejecución de una medida sólo podía ser llevada a cabo cuando se tenía la garantía de
                  que la reunión de grupos de trabajo no sería abusivamente empleada con fines políticos
                  u hostiles contrarios al Estado (naturalmente en el sentido del Gobierno que entonces se
                  encontraba en el poder). La burocracia oficial tenía en sus manos la facultad total de
                  suprimir  o  de  limitar  las  actividades  de  aquellos  partidos  o  asociaciones  que  no  le
                  convenían al gobierno. Para defenderse de esta disposición el Partido nacionalsocialista
                  de trabajadores alemanes, antes de la toma del poder, encubrió su Servicio del Trabajo
                  bajo las más diferentes denominaciones.
                  La Oficina del Reich encargada de la colocación auxiliaba al Servicio del Trabajo por
                  medio de los fondos de seguros contra el paro o de los de la asistencia en caso de crisis;
                  es  decir,  la  ayuda  económica  quedaba  limitada  a  los  perceptores  que  ya  estaban
                  autorizados a recibir el subsidio en una de estas dos formas. Importaba 2 marcos por
                  cabeza y día de trabajo, el tiempo de empleo fue fijado en 20 semanas.
                  El movimiento tomó proporciones enormes puesto que enorme era también el número
                  de  los  sin  trabajo,  pero  al  intenso  desarrollo  le  faltaba  uniformidad  en  su  dirección,
                  forma y espíritu.
                  El  Servicio  quedó  reducido  a  un  simple  medio  de  retirar  de  las  calles  a  obreros
                  desocupados pero sin poder demostrar ningún contenido social y ético.
                  El antiguo  Servicio  voluntario  del  Trabajo  abarcaba  más  de 200.000  hombres de  los
                  cuales  apenas  100.000  estaban  alojados  en  campamentos  de trabajo;    la  mayoría    se
                  hallaban  ocupados en proyectos equívocos de trabajos de donde se desprendía una serie
                  de disposiciones inconexas
                  Pocos  días  después  del  30  de  enero  de  1933,  el  coronel  Hierl  fue  nombrado
                  subsecretario  del  Servicio  del  Trabajo  en  el  Ministerio  del  Trabajo.  A  partir  de  ese
                  momento  comienza  la  dirección  y  organización  unitaria  del  Servicio  del  Trabajo  en
                  Alemania.
                  El  subsecretario  Hierl  mandó  clausurar  distintos  campos  y  luego  reunió  las
                  agrupaciones  intachables  en  una  única  y  grande  como  exponente  del  “Servicio
                  nacionalsocialista  del  Trabajo”.  Gracias  a  la  disolución  de  la  burocracia  de  los





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