Page 266 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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La Casa del  Arte Alemán  en Munich,  que es  un  testimonio  de  la grandiosidad de  la
                  nueva  arquitectura  alemana,  alberga  en  sus  soberbias  y  bellas  salas  las  grandes
                  exposiciones cuya utilidad, de varios millones de marcos al año, procedente el producto
                  de las ventas, permite a los artistas dedicarse con sosiego a su obra. La sugerencia dada
                  por el Dr. Goebbels a los contratistas de las obras públicas para que, al serles adjudicada
                  la ejecución de una obra, dediquen una parte adecuada del coste a trabajos de escultura,
                  pintura y obras manuales artísticas, ha producido ya una suma de 7 millones de marcos
                  poco más o menos.
                  Al cabo de seis años de gobierno nacionalsocialista, ¿puede hablarse  ya de un  nuevo
                  estilo  en  la  arquitectura  alemana?  Creo  poder  afirmar  esta  pregunta,  por  cuanto  se
                  pueden citar ejemplos importantes, en los que este estilo se ha definido claramente.
                  En contraposición con los experimentos convulsivos de los años anteriores al 1933, el
                  nacionalsocialismo  no  ha  tratado  de  imponer  por  la  fuerza  una  innovación  en  la
                  arquitectura,  sólo por  el gusto  de la novedad,  sino  que defiende  la  buena tradición  y
                  sigue evolucionando sobre esta base.
                  Este respeto hacia la tradición no ha creado, sin embargo, una nueva época histórica.
                  Desde luego, no se rechaza de antemano todo lo pretérito sólo por el hecho de que se
                  haya creado bajo otras condiciones distintas y en otros tiempos que fueron, pero no se
                  puede admitir que un pueblo que tantas obras grandes y bellas ha producido y que en
                  ellas  ha  mantenido  normas  firmes  de  evolución,  no  pueda  continuarlas  o  hasta
                  superarlas.
                  ¿Dónde y cómo se manifiesta esta progreso artístico que ha vuelto a tomar forma en las
                  construcciones  del  presente?  Desde  luego  no  en  las  formas  exteriores,  ni  en  los
                  elementos ornamentales o de estilo.
                  La gran tradición que enlaza el arte alemán al arte clásico antiguo ha surgido de nuevo.
                  El arte clásico siempre ha sido para Alemania la fuente de inspiración y energía; bien
                  sea en la forma exterior, bien en la idea o como ideal de la gran unidad entre el arte y la
                  vida, ha impreso su sello en las distintas épocas de la historia del arte alemán. Ninguna
                  generación  ha  podido  liberarse  completamente  de  esta  grandiosa  influencia.  El  arte
                  alemán  no trata de copiar  el original  griego,  sino  que se  puede equiparar  a un  joven
                  artista  que  tuviera  las  mismas  aspiraciones  que  otro  mayor  que  él.  Los  arquitectos
                  alemanes  ven  en  las  grandes  creaciones  de  la  antigüedad  el  desenvolvimiento  de  las
                  mismas  fuerzas  dominantes  que  sienten  en  sí  mismos.  A  la  par  de  esta  orientación
                  espiritual,  está  el  enlace  inmediato  al  medio  ambiente.  La  tierra  alemana  es  en  su
                  conjunto y en sus distintos paisajes un patrimonio que, por su belleza natural y por el
                  sello individual que le imprimen las construcciones, el trabajo y los cultivos, obliga a
                  tomar en cuenta su carácter y modalidad de algo dominante y vivo.
                  Estas  mismas  razones  explican  la  posición  alemana  con  respecto  al  material  de
                  construcción. La piedra sacada de las canteras del país es un componente orgánico del
                  paisaje, que ha vuelto a recobrar su puesto de honor. Alemania es rica en toda clase de
                  piedra de construcción de las distintas durezas y tonos de color, y sus artesanos poseen
                  una  práctica  excelente  en  la  preparación  y  aplicación  de  estos  materiales  de
                  construcción.
                  La  piedra  natural  y  el  ladrillo  ofrecen  la  gran  ventaja  de  representar  una  unidad  de
                  construcción, eliminando el esqueleto. material de relleno y revoque exterior, de modo
                  que  son  de  aplicación  inmediata  en  manos  del  arquitecto.  En  Alemania  se  quiere
                  conservar  otro  elemento  de  gran  valor:  la  capacidad  de  trabajo  del  obrero  de  la
                  construcción, desde el albañil y el cantero, hasta el carpintero, el herrero y el escultor.
                  Durante  el  transcurso  de  la  construcción  de  las  distintas  partes  de  la  obra,  que  en
                  tiempos anteriores era patrimonio de todos,  surgía de  nuevo  una  multitud  de  ideas  y



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