Page 269 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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albergan en su recinto a millones de habitantes, con la anticipación necesaria. Además
de una serie de calles perimétricas, habrá que construir sobre todo dos grandes arterias
principales, los ejes de la intersección Norte-Sur y Este-Oeste, que empalmarán con las
autopistas afluentes, de modo que el tránsito de automóviles pueda llegar sin tropiezos
hasta el mismo corazón de Berlín. Esta obra no fue ideada sólo para el año 1940, sino
para los siglos venideros, según lo declaró el mismo Adolfo Hitler: “Yo creo en una
Alemania eterna y así también en su eterna capital”.
Por otra parte, se iniciará una amplia reglamentación del servicio rápido de trenes
urbanos; se tratará de encuadrar las construcciones dentro de un plan sistemático de
ordenación, y si bien estas obras podrían ser ejecutadas por el Reich, por la Provincia,
por el Movimiento, por los Municipios y por personas particulares en la forma que
estimaran más conveniente, el conjunto de la actividad constructiva desordenada
llevaría a un caos completo de estilos y gustos. De aquí que el Führer ha intervenido
para encauzar los trabajos de construcción en Berlín dentro de un plan sistemático
determinado. A propósito de esto, el Führer se refirió al hecho de que Berlín no posee,
por ejemplo, un palacio de Justicia, por cuya razón se procederá a la construcción de
uno. Otro tanto se puede decir respecto a un buen número de administraciones
nacionales, las que no poseen edificios propios adecuados a su categoría. Por último,
hay que añadir todavía la necesidad de crear nuevos núcleos de viviendas en las
cercanías de Berlín, estableciendo medios de comunicación perfectos entre los mismos
y la red de trenes urbanos rápidos.
La música es -como dice un antiguo proverbio- renovación del alma y fuente de la
perfección De aquí la importancia de la Cámara Nacional de Música. La decadencia de
la cultura alemana no se detuvo ante la vida musical, pues en parte el materialismo
había infectado también a los músicos. Compositores y sus discípulos marchaban a
tientas y la precaria situación de los músicos profesionales fue agravándose cada vez
más, debido a la división profesional y la desintegración de la cultura musical alemana.
La unidad profesional de los músicos fue la condición previa para un trabajo
satisfactorio de la Cámara Nacional de Música: por consiguiente hubo que centralizar a
todos los grupos profesionales, comprendiéndolos dentro de la Asociación Profesional
de Compositores Alemanes y en la Asociación Nacional de Músicos. En esta cuestión,
la Cámara Nacional de Música tuvo presente, ante todo, dos principios importantes:
1.º Mayor eficiencia cualitativa en general y perfeccionamiento de la aptitud individual
de cada músico.
2.º La lucha contra el paro forzoso que amenaza a los músicos.
Mediante severa comprobación se llevó a cabo una depuración y se segregaron miles de
ineptos que habían contribuido a desacreditar la profesión. En ninguna otra profesión
había tantos intrusos e incapacitados como aquí, donde se habían refugiado todos los
fracasados de otras profesiones. Se procedió también a una depuración entre los
compositores, los editores y comerciantes de música. Con la demanda de una
productividad más elevada, se estableció un control del mercado del trabajo, con el
objeto de procurar de nuevo a unos 24.000 profesionales desocupados la posibilidad de
ganarse la vida, y asegurar por lo menos un mínimo de existencia a 50.000 músicos de
orquesta, profesores de música, solistas y cantores de iglesia, que tenían un ingreso
mensual inferior a 100 marcos (!).
La Cámara Nacional de Música no tiene solamente la organización de los profesionales,
sino que al mismo tiempo interviene y atiende todo lo referente a la música de
aficionados, en particular, de los orfeones y de las asociaciones de música popular. Su
papel de intermediario entre la clase profesional de músicos y las masas populares es
digno de todo elogio, especialmente en lo que se refiere al “lied” alemán.
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