Page 271 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
P. 271

Una obra semejante a la mencionada ha sido llevada a cabo por la Cámara Nacional de
                  Literatura en lo que se refiere a la producción literaria. A esta Cámara pertenecen todas
                  aquellas personas que colaboran en la publicación y venta de escritos. cuya aparición no
                  sea  periódica,  vales  decir,  escritores,  editores,  libreros,  propietarios  de  librerías
                  circulantes etc., todos los cuales están obligados a ser miembros de la Cámara.
                  Sus funciones son:
                  1.º Extirpar la literatura nociva e indeseable de todas las bibliotecas alemanas;
                  2.º  Liberar  a  la clase  profesional de escritores  y  autores alemanes de toda influencia
                  extraña (judaica) organizándola de acuerdo con la política cultural nacionalsocialista.
                  3.º Prestar toda ayuda posible a la literatura valiosa y favorecer al libro bueno, para que
                  llegue a manos del pueblo.
                  De  acuerdo  a  las  disposiciones  legales  en  vigencia,  las  autoridades  policíacas  de
                  Alemania  están autorizadas para declarar  la prohibición  de  la  venta de  libros,  previa
                  consulta  con  la  Cámara  Nacional  de  Literatura.  Esto  se  refiere  principalmente  a  la
                  llamada  literatura  pornográfica.  La  inspección  de  esta  clase  de  publicaciones  se
                  realizaba anteriormente por  una oficina especial  anexa a  la policía,  que se guiaba en
                  primer  lugar  del  propósito  de  proteger  a  la  juventud  -el  adulto  quedaba  libre  de
                  procurarse esta literatura a su antojo. Según el criterio nacionalsocialista, todo el pueblo
                  tiene el derecho de protección contra semejante literatura corrupta, y sin la aplicación de
                  medidas severas es imposible impedir que un libro de tal naturaleza, que se encuentra en
                  venta pública, caiga también en manos de la juventud. Mediante la intervención de la
                  Cámara Nacional de Literatura, se ha hecho posible intervenir con más eficacia, y en
                  una escala mayor que lo  hiciera la oficina policiaca, en la eliminación de tales obras
                  disolventes.
                  En la Cámara se llevan dos listas de literatura perniciosa. Una de ellas contiene aquellas
                  obras cuya divulgación  es  decididamente  indeseable,  mientras que  la otra  comprende
                  aquella literatura que no debe llegar a manos de la juventud. En tanto que los libros de
                  la primera lista no deben ser divulgados, para los libros de la segunda categoría subsiste
                  la prohibición de ponerlos en venta y al alcance de los jóvenes menores de 18 años.
                  Pero  con  esto  todavía  no  basta;  débese  impedir  que  tales  obras  puedan  llegar  a
                  imprimirse.  Como  en  Alemania  no  existe  una  pre-censura,  la  Cámara  ha  creado  un
                  comité asesor para la literatura popular, cuyos dictámenes están a la disposición de todo
                  editor,  y  cuya  misión  consiste  en  aconsejarle  en  la  selección  y  valoración  de  los
                  manuscritos.
                  Los libreros forman la Unión Nacional de Libreros Alemanes, a la cual están también
                  adheridos  los  editores,  representantes,  empleados  y  propietarios  de  las  librerías
                  circulantes. Los primeros son objeto de una selección inspirada en normas especiales: la
                  Cámara pone el máximo interés en la formación profesional de los jóvenes libreros. El
                  examen de aptitud organizado por el comercio librero cierra el período de instrucción de
                  los aprendices, durante el cual es obligatoria la visita por el tiempo de cuatro semanas, a
                  una escuela determinada  en Leipzig.  Las  librerías circulantes  han  sido  objeto de una
                  reglamentación  sistemática,  fijando  la  cuota  mínima  de  alquiler,  con  lo  que  se  han
                  hecho  accesibles  al  público  obras  de  gran  valor  literario  y  elevado  precio  para  su
                  lectura.
                  La Cámara Nacional de Literatura cuida también de mantener en equilibrio los distintos
                  grupos profesionales que a ella pertenecen. Sobre todo, las relaciones entre el escritor y
                  el  editor  están  reguladas  por  la  creación  de  un  contrato  editorial.  Por  un  lado,  este
                  contrato  impide  la  explotación,  por  parte  de  los  editores,  de  los  escritores  que
                  desconocen  la  vida  comercial,  y  por  el  otro  se  tienen  igualmente  en  cuenta  las
                  necesidades económicas de las empresas editoriales.



                                                           271
   266   267   268   269   270   271   272   273   274   275   276