Page 274 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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asociaciones personales  formadas con  fines profesionales  o religiosos,  están privadas
                  del  derecho  de  editar  periódicos.  El  fin  de  esta  disposición  consiste  en  eliminar  el
                  carácter  anónimo  que  dominaba  en  el  régimen  editorial  de  periódicos.  Se  prohibe,
                  además la centralización excesiva de los periódicos en poder de una sola persona o de
                  un  grupo  de  propietarios  (trust  de  periódicos).  Se  suprimen  las  editoriales  cuyos
                  periódicos  estén  al  servicio  exclusivo  de  una  persona  o  grupo  limitado  de  intereses
                  profesionales, religiosos, etc. Mediante una disposición oficial se concede al presidente
                  de  la  Cámara  el  derecho  de  clausurar  editoriales  en  sitios  donde  existen  varios
                  periódicos  si  así  lo  exigen  las  circunstancias  económicas  y  la  normalidad  del
                  desenvolvimiento  comercial.  El  cumplimiento  de  estas  disposiciones  ha  conducido  a
                  modificaciones  considerables  en  la  organización  de  las  editoriales  periodísticas.  Por
                  medio  de  otro  decreto  fueron  eliminados  de  las  Cámaras  los  editores  de  la  prensa
                  escandalosa.
                  Las  atribuciones  de  la  Cámara  de  la  Prensa  son,  como  se  ve,  más  extensas  que  los
                  derechos de otras dependencias del  nuevo régimen  directivo  de  la cultura  alemana  y
                  corresponden por completo a las normas de un Estado Autoritario. Desde los tiempos de
                  Napoleón esto ha venido siendo poco más o menos lo mismo y seguirá siendo así en el
                  porvenir! ...
                  El Consejo de Propaganda de la Economía Alemana
                  A la par de las transformaciones en la vida política, la revolución nacionalsocialista ha
                  iniciado también una nueva era en el campo de la propaganda comercial. Teniendo en
                  cuenta la gran  importancia que para la economía nacional significa la propaganda, en la
                  cual se invierten anualmente un millar de millones de marcos, es necesario evitar todo
                  despilfarro posible de este capital nacional. Por esta razón y por consideraciones éticas,
                  el Gobierno, por Ley del 12/9/1933 ha creado el Consejo de Propaganda de la Economía
                  Alemana  con  el    carácter  de  corporación  de  derecho  público.  Su  fin  es  eliminar  las
                  irregularidades que se habían introducido en la propaganda durante la época de la libre
                  competencia,  proteger  al  anunciante  honrado  e  imponer  una  reforma  general  en  el
                  sentido del “juego limpio”. Los defectos que en la propaganda estaban a la orden del día
                  era  p.e.  los  siguientes:  la  desfiguración  del  paisaje  por  medio  de  carteles  llamativos
                  enormes,  falseamiento  de  las  cifras  de  tiraje,  falta  de  formalidad  en  los  precios  de
                  artículos  (¡hasta  el  80%  de  rebaja!),  denigración  del  competidor,  conducta  comercial
                  desleal,  etc.  Los fenómenos de degeneración  eran  tan  variados como  los  métodos de
                  propaganda.
                  El  Consejo  de  Propaganda  ha  implantado  en  este  sentido  un  orden  riguroso,
                  estableciendo  normas  generales  para  la  propaganda  comercial,  que  se  basan  en  el
                  principio de la lealtad y de la confianza en la vida comercial. La decencia, la honradez
                  de las intenciones y el espíritu de veracidad deben formar el principio supremo de una
                  competencia  honesta.  Con  esto,  en  líneas  generales,  queda  esbozado  el  campo  de
                  actividad del Consejo, pero naturalmente la garantía de esta nueva ética del reclamo no
                  es tan sencilla como parece serlo según lo que acabamos de decir.
                  El Consejo, desde luego, no hace en modo alguno las veces de alguacil y no reglamenta
                  el régimen  de  propaganda desde  un punto  de vista burocrático,  sino que actúa sobre
                  todo en sentido educativo sobre los agentes de la publicidad, conforme a la divisa: “La
                  economía para la economía”; sólo así ha sido posible terminar la gran obra de reforma y
                  regeneración en un breve espacio de tiempo. Por esta razón, pudo escribir con justicia el
                  presidente  del  Consejo  de  Propaganda  de  la  Economía  Alemana,  director  Ernst
                  Reichard, en su prólogo para la memoria publicada en enero de este año sobre el tercer
                  año  comercial  del  citado  Consejo:  “El  tiempo  de  las  grandes  transformaciones  en  el
                  campo de la propaganda económica ha terminado. La reforma ya está realizada. Ahora



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