Page 273 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
P. 273
Los deberes profesionales del periodista son regulados por la ley sobre una base
completamente nueva; en contraposición de lo que ocurría antes, cuando el principio de
la redacción tenía un carácter negativo, inspirado en el temor al código penal, y que
permitía al redactor responsable un trabajo limitado solamente por el temor a la censura,
actualmente su labor está dotada de un carácter positivo, es decir, que debe tratar con
plena veracidad los asuntos y juzgarlos según su leal saber y entender. El deber de
expresar la verdad significa al mismo tiempo el derecho que tiene el periodista de
exponer sus propias convicciones, haciéndolo independiente de toda influencia externa.
El redactor está obligado a mantener alejada del periódico toda confusión de intereses
privados y públicos que pudiera equivocar en su juicio a la opinión pública; de la misma
manera debe evitar todo aquello que pueda perjudicar el prestigio y autoridad de la
Nación, tanto en el interior como en el exterior, ofender el espíritu colectivo del pueblo
alemán, difamar la defensa nacional, la cultura, la ciencia y, por último, herir los
sentimientos religiosos. Debe abstenerse de dañar el honor y la dignidad de sus
connacionales, desacreditar su nombre, ridiculizar o despreciarlos y, en general, de todo
lo que pueda atentar contra las buenas costumbres.
La responsabilidad por las infracciones contra estos principios debe tenerla, como
expresa la Ley, el verdadero culpable, y no el “testaferro” de otros tiempos. El sistema
del “redactor responsable” que en la legislación anterior había llegado a sancionarse,
queda ya suprimido. Responsable será únicamente el mismo periodista que escribe un
artículo o lo hace insertar en un periódico.
La independencia del redactor existe también en sus relaciones con el editor, pero como
el primero depende económicamente del segundo, la Ley ha creado una serie de
disposiciones protectoras que definen los derechos respectivos. El editor queda
autorizado para convenir y establecer las normas fundamentales por las que ha de
regirse el periódico. Estas normas sólo pueden ser de carácter general, y las injerencias
del editor son ilícitas y amenazadas con medidas penales. La coacción en la prensa está
considerada como delito. De la misma manera el soborno, para ambas partes, es
castigado por el código penal.
También desde el punto de vista del derecho disciplinario, los periodistas ocupan una
posición especial. En las infracciones contra sus deberes profesionales son juzgados en
primera instancia por tribunales profesionales propios, constituidos por tribunales
locales de la prensa y, en segunda instancia, por el Tribunal Supremo de la Prensa en
Berlín.
Estas son las principales líneas directrices de la Ley de prensa inspirada en la idea de la
transformación de la prensa alemana en un órgano de utilidad pública. En sus normas
principales tiene como modelo la legislación fascista de la prensa. Entre otras cosas se
ha utilizado, por ejemplo, el principio de la inscripción de los periodistas italianos en un
registro profesional, como condición previa del ejercicio de su profesión, y de la
inspección corporativa de la clase. La Ley alemana tiene en cuenta, desde luego, la
diferencia de circunstancias existente entre los dos países y, sobre todo, la variedad del
periódico alemán en sus aspectos regionales, intelectuales, económicos y religiosos.
El régimen de las editoriales periodísticas está regulado también por varias
disposiciones oficiales. La más importante aparta al editor de la esfera de simple
actividad comercial, y le impone la misma responsabilidad y deberes que al periodista.
Con esto se ha querido expresar que en la Nueva Alemania el periódico no es ninguna
mercancía, sino un patrimonio cultural de la mayor importancia. Por la limitación de
nuevas fundaciones de periódicos se ha establecido una base para mejorar la situación
económica de los ya existentes. Las personas jurídicas, lo mismo que las corporaciones
de derecho público, las sociedades anónimas, cooperativas, fundaciones, y toda clase de
273