Page 268 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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Podremos citar otras grandes empresas de construcción urbana. El Führer ha nombrado
al prof. Speer, inspector general de construcciones edilicias, para que así pueda realizar
la reforma y modernización de la planta urbana de Berlín, con arreglo a las ideas
concebidas por aquel. Las características de esta reforma no son todavía conocidas, pero
el Führer tratará de realizar aquí el ideal de edificación urbana que ha expuesto en su
obra “Mi Lucha”. Grandes edificios colectivos del Movimiento y públicos se levantarán
bien pronto en Berlín, en signo de la grandiosidad de nuestro tiempo y su fuerza, como
expresión visible de la potencia de un país. La centralización de la obra edilicia en una
ciudad corresponde al Estado, que representa la voluntad del pueblo.
Junto a las grandes construcciones públicas y colectivas, de las cuales un número
considerable se encuentra ya en ejecución, como, p.e., la Casa del Derecho Alemán, y la
nueva Cancillería, se pueden citar el Ministerio de Aeronáutica y la ampliación del
Reichbank.
Los edificios del Campo Nacional de Deportes en Berlín, cuya construcción es
ejecutada por el arquitecto prof. March son bien conocidos, y han causado la admiración
de todos los visitantes los Juegos Olímpicos. Precisamente en el Campo Nacional de
Deportes y en las edificaciones de Nuremberg, queda demostrada la íntima afinidad del
arte actual con el clásico antiguo.
Otros problemas completamente nuevos se han planteado con las construcciones del
Frente Alemán del Trabajo. Las escuelas políticas, en las que se forma la nueva
generación del Partido, muestran un nueva tipo de construcción, lo mismo que las obras
destinadas a los festejos populares, o el balneario proyectado en la isla de Rügen con
una capacidad para 20.000 personas. También debemos hacer mención aquí de los
edificios anejos a las autopistas nacionales.
La creación más reciente de los arquitectos alemanes, es la Casa Alemana de la
Exposición Internacional de París. El solemne aspecto del edificio y sus severas líneas
han sorprendido a cualquiera que esperaba sólo un edificio provisional, ligero, de
bombo, construido tan sólo para la exposición. Para Alemania era de interés exhibir el
nuevo carácter de la arquitectura del tercer Reich, y con seguridad el observador
entendido habrá encontrado satisfacción al ver la grandiosa armonía que reinaba en este
edificio, entre la arquitectura y la escultura, unidad de las artes plásticas muy raramente
alcanzada. Esto se puede decir lo mismo del exterior, con la atrevida unión del
monumental escudo nacional y de los grupos de figuras a la forma arquitectónica del
edificio, como también del interior, en el cual la disposición del espacio y la decoración
artística formaban una unidad orgánica.
Ante la arquitectura alemana se abre una perspectiva llena de esperanzas. Las
aspiraciones de un pueblo sano y fuerte encuentran en ella su expresión. Nada hay que
recuerde las formas rígidas y cansadas, todo se encuentra en pleno desarrollo vigoroso.
El ensanche y modernización de algunas grandes ciudades, y sobre todo, el de la capital
del Reich, conforme a las normas dadas por el Führer y bajo la dirección del inspector
general, prof. Speer será, tal como lo ha expresado Adolfo Hitler en su discurso ante el
Parlamento el 30 de enero de 1938, una nueva prueba grandiosa del estilo arquitectónico
nacionalsocialista.
Con motivo de la colocación de la primera piedra fundamental para la Casa del Turismo
Alemán en la futura Plaza Circular en el eje Norte-Sur, el 14 de junio de 1938, el Führer
personalmente dio la señal del comienzo de las obras de reforma urbana de Berlín. En
esa ocasión manifestó que, como el tráfico de la capital en los próximos años no ha de
decrecer sino que, por el contrario, iría en aumento constante, es más fácil y
aconsejable, en previsión de estas circunstancias, tomar aquellas medidas tendientes a la
eliminación de las dificultades ocasionadas por tan enorme tráfico en las ciudades que
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