Page 276 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
P. 276
Nacionalsocialista, cuyo párrafo 24 expone que “el Partido como tal mantiene el punto
de vista de un cristianismo positivo sin ligarse a determinada confesión religiosa”.
El punto de vista del gobierno del Reich en la cuestión religiosa ha sido bosquejado de
una manera clara por Adolfo Hitler, como ya hemos dicho al principio de nuestra obra,
en su discurso programático del 22 de marzo de 1933 ante el Parlamento, al decir que
“el Gobierno ve en ambas confesiones de la religión cristiana los factores más
importantes para la conservación de la nación alemana”. Según esto, el gobierno respeta
los tratados concertados entre ellas y los Estados regionales. Los derechos de las
Iglesias no sufrirán menoscabo alguno. El Gobierno espera y confía en que la labor que
se ha propuesto emprender por la renovación moral y nacional del pueblo alemán,
encontrará la misma consideración y respeto por parte de las Iglesias cristianas.
Asimismo, tratará con la misma equidad objetiva a los restantes credos. Sin embargo, el
Gobierno no tolerará que la profesión de un determinado credo o el hecho de pertenecer
a una raza determinada, pueda servir de pretexto para desligarse de las obligaciones
legales, comunes a todos, o que pase a ser carta blanca para la desobediencia punible de
la ley o incluso constituir una infracción de la misma. El Gobierno pone todo su cuidado
en la convivencia más sincera entre la Iglesia y el Estado. La lucha contra una ideología
materialista y en favor de una verdadera comunidad del pueblo sirve lo mismo a los
intereses de la nación alemana que a los de la fe cristiana del pueblo alemán.
El Catolicismo
Basándose en este principio, el 20 de julio de 1933 se ha concertado un concordato entre
la Santa Sede y Alemania. En su esencia, este concordato completa los concordatos
celebrados con los Estados regionales (Prusia, 14 de junio 1929; Baviera, 29 de marzo
1924; Baden, 12 de octubre 1932), y suprime las representaciones diplomáticas de estos
ante el Vaticano, dejando sólo al embajador del Reich como único representante de
Alemania.
En los 34 artículos de que se compone el concordato se dice, entre otras cosas, que el
Reich garantiza la libertad de cultos y el ejercicio público de la religión católica. El
Reich reconoce los derechos de la Iglesia católica, dentro de los límites de la ley
general, para arreglar y administrar sus asuntos por sí misma y, en cuanto alcance a su
competencia, para decretar leyes y disposiciones que obliguen a sus fieles a acatarlas.
Instrucciones, decretos, cartas pastorales, hojas parroquiales y otras disposiciones
semejantes que se refieran a la instrucción espiritual de los fieles, que sean ordenadas
por las autoridades eclesiásticas dentro de los derechos que les corresponden, pueden
ser publicadas sin inconveniente alguno y hechas llegar a conocimiento de los creyentes
por los medios usuales. Los sacerdotes gozan, en el ejercicio de sus funciones
espirituales, de la protección del Estado de la misma manera que los funcionarios
públicos. Las comunidades religiosas, asociaciones eclesiásticas y diocesanas, las sedes
episcopales, los obispados y cabildos, las órdenes y congregaciones religiosas, así como
los establecimientos, fundaciones y bienes de la Iglesia católica, sometidos a la
administración de sus órganos competentes, conservan o reciben la capacidad legal,
según las prescripciones generales del derecho público.
Las comunidades y órdenes religiosas no tienen limitación especial alguna por parte del
Estado en cuanto a su fundación, residencia, número y condiciones de sus miembros,
tutela espiritual, enseñanza, asistencia de enfermos y obras de caridad, cuidado de sus
asuntos y administración de su capital. Los superiores de las órdenes religiosas que
tienen su residencia dentro del Reich deben ser ciudadanos alemanes. Los superiores
provinciales y de las órdenes, cuya residencia esté fuera del Reich, tienen el derecho de
visitación, aunque sean súbditos extranjeros. La Santa Sede cuidará de que la
organización provincial de las casas religiosas dentro de Alemania sea de modo tal que
276