Page 288 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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supremo  de  todo  alemán,  y  la  traición  a  esta  lealtad  representa  el  más  grave  delito.
                  Conforme a esto, quedó suprimida la pana de arresto para los reos condenados por alta
                  traición, imponiendo penas más severas, incluso la muerte, a los reos por delitos de lesa
                  patria.
                  La innovación acaso más importante, la suministró la tercera ley de 28 de junio de 1935,
                  que preserva al juez de la estrecha traba que hasta ahora lo ligaba al texto de la ley penal
                  vigente,  y  le  proporciona  la  posibilidad  de  castigar,  aún  cuando  no  existiera
                  expresamente un párrafo correspondiente, fundándose en el sano sentir del pueblo y en
                  los principios básicos que prevé la ley para el castigo del delito. Con esto se reconoce
                  que  la  fuente  de  todo  derecho  es  la  conciencia  del  pueblo  y  se  establece  una  nueva
                  concepción  de  lo  justo  y  de  lo  injusto.  Mientras  que  anteriormente  se  juzgaba
                  únicamente  como  delito  un  hecho  estimado  punible  por  la  ley,  en  lo  sucesivo  se
                  considerará punible toda conducta que hiera la sana conciencia del pueblo  y que este
                  reconozca como delito, y se combatirá por los medios del derecho penal siempre que el
                  principio fundamental de la ley penal pueda aplicarse al hecho correspondiente.
                  Otras medidas complementarias son: la ley de 28 de junio de 1936 contra lo raptos de
                  niños y  la ley de 2 de julio de 1936 relativa a la no delación de delitos proyectados,
                  sabotaje  contra  la  defensa  nacional,  violación  del  secreto  profesional  y  entrega  no
                  autorizada de documentos secretos. La reunión de todas las fuerzas para la realización
                  del  plan  cuadrienal  hizo  necesaria  una  nueva  protección  penal.  La  ley  de  1.º  de
                  diciembre  de  1936  se  ha  creado  contra  el  sabotaje  económico  y  amenaza  con  la
                  confiscación de bienes y, en casos graves, hasta con la pena de muerte al alemán que
                  premeditadamente y sin escrúpulo alguno, sólo en provecho propio o por bajos motivos,
                  traslade su capital al extranjero o lo retenga allí en contra de las disposiciones legales,
                  causando con ello graves perjuicios a la economía alemana.
                  Estas leyes  han  realizado  ya  algunas  ideas  fundamentales del  nuevo  derecho  penal  y
                  constituirán  parte  integrante  del  nuevo  código  que  ha  de  publicarse  en  breve.  El
                  proyecto contiene, además, una multitud de conceptos jurídicos nuevos que arraigan de
                  las ideas del Estado y del Derecho nacionalsocialistas, de los cuales voy a citar aquí dos
                  solamente.
                  La  Ley  de  28  de  junio  de  1935  considera  injusto  todo  atentado  punible  contra  las
                  costumbres públicas, y el proyecto deduce las consecuencias de esta idea para estimar la
                  culpa: según el Proyecto, obra premeditadamente quien reconoce que su acción ha de
                  estar  en  contradicción  con  los  principios  de  moralidad  pública,  o  sea  quien  tenga
                  conciencia de cometer  una  injusticia o,  por  lo  menos,  su conciencia no  le arredre de
                  cometer su acción. Obra con negligencia quien, de haber prestado la debida atención,
                  hubiera podido darse cuenta de lo contradictorio de su conducta. El Proyecto conduce
                  así  a  una  nueva  concepción  de  la  culpa.  Hasta  ahora,  el  hecho  era  considerado
                  moralmente  neutral  y  su  apreciación  moral  por  el  delincuente  mismo  no  se  tenía  en
                  cuenta. Si este alegaba que no sabía que su conducta fuera punible, tal error frente a las
                  disposiciones penales, tenía muy poco valor ante la ley. Esta manera de ver las cosas ha
                  conducido a numerosas sentencias injustas; apenas hay un párrafo del derecho vigente
                  que  haya  sido  más  vivamente  discutido  que  éste.  El  Proyecto  actual  abre  paso  a  la
                  justicia: sólo quien sepa o cuente con que obra contra el derecho, podrá ser castigado en
                  lo futuro con el agravante de la premeditación.
                  El Proyecto encierra una renovación absoluta en su parte esencial dedicada a especificar
                  detalladamente los hechos punibles. Se protegen las fuerzas morales del pueblo alemán,
                  su raza y herencia racial, el ejército, el trabajo, la higiene pública, el matrimonio y la
                  familia,  la  moralidad,  la religión,  la economía  y  los bienes del  pueblo  alemán.  Entre
                  numerosos capítulos nuevos, haremos mención únicamente del relativo a la protección



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