Page 283 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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formado la opinión de que este grupo es el único representante de la Iglesia Evangélica
Alemana, y el cuadro descrito por ellos sobre el estado eclesiástico del país suscita la
creencia de que corresponde a la realidad de la situación actual del Reich y de la Iglesia,
que existe un profundo abismo entre los dos y que la Iglesia tiene que sufrir
persecuciones por parte del Estado. De ahí que los cristianos extranjeros se sientan
obligados a tomar partido a favor de la dirección de la iglesia confesionista y contra el
régimen nacionalsocialista.
El decreto de Adolfo Hitler sobre la convocatoria de un Sínodo general constituyente de
la Iglesia Alemana puede significar un eslabón decisivo en el camino de la colaboración
pacífica entre el Estado y la Iglesia. Según el criterio del Estado nacionalsocialista, la
buena convivencia del Pueblo, la Iglesia y el Estado ha de asegurar resultados
fructíferos. Conforme a los principios del Estado y del Partido, las cuestiones de
organización, legislación y administración deben quedar separadas en lo sucesivo de las
dogmáticas, de la tutela espiritual, del culto y de la instrucción religiosa. La dirección
política del Estado no debe hacer mella sobre la libertad religiosa y eclesiástica, sino
que la diferencia entre las dos esferas debe facilitar la formación de una unidad
beneficiosa lo mismo para el Estado que para la Iglesia y el Pueblo. Ni el pueblo alemán
ni otro pueblo alguno puede dejar regir su política por la voluntad e injerencia de algún
credo religioso o de un determinado grupo político-religioso, y por otra parte el Reich
no está en situación de prestar su apoyo exclusivo a ninguno de estos grupos en
particular.
Las Iglesias evangélicas alemanas, de las que existen más de dos docenas, no han
conseguido formar una unidad, con grave perjuicio de su misión. En este fracaso no ha
tenido la culpa la voluntad del clero alemán, sino su antagonismo obstruccionista de
algunos jefes eclesiásticos y el retroceso hacia una rigidez doctrinaria inexorable, que ha
contribuido a envenenar la atmósfera de las disputas. El Sínodo general de la Iglesia
Evangélica Alemana es llamado a establecer una nueva constitución y organización de
la Iglesia “en plena libertad y por propia determinación del clero”. El Gobierno de la
nación espera que por ésta consulta del clero nacional se podrán vencer por fin las
antiguas resistencias que impedían la reorganización de la gran iglesia evangélica
alemana, sobre todo porque las disputas llevaban un carácter jerárquico solamente y no
atañían al Evangelio. Todos los grupos están de acuerdo en lo que se refiere el
reconocimiento de este credo. Como se ve, tanto en el protestantismo como en el
catolicismo en Alemania no existe una cuestión religiosa propiamente dicho.
XXI
La Justicia Alemana
Si se considera lo que bajo el nacionalsocialismo se ha llevado a cabo en los últimos
cinco años en lo que respecta la administración de justicia del Reich, verá destacarse en
primera línea como un hecho de significación histórica, y el establecimiento de una
legislación única para toda la Nación. Desde hacía varios siglos la soberanía judicial de
Alemania no estaba en manos del Reich, sino en la de los Estados regionales. El
nacionalsocialismo, que en todos sus campos de acción tiene como lema fundamental la
unidad en la dirección y administración, ha dado fin, el 30 de enero de 1934, a los
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