Page 104 - Egipto TOMO 2
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EL CAIRO 99
nivel que el de la mandara. La entrada á las habitaciones del harem se halla vedada hasta á
los más íntimos de los amigos. Harem ó Haram tanto vale como lo que está prohibido, lo
que no puede tocarse,
y va hemos advertido que la casa es para el oriental un verdadero
santuario en el sentido estricto de la palabra. Los europeos damos un valor, que dista mucho
de ser el que realmente le corresponde, á las palabras: «el señor está en el harem:» esta frase
significa pura y simplemente que el amo de la casa; la persona á la cual se visita se
encuentra retirado en el seno de la familia; en este asilo en el cual no debe preocuparle
cuidado alguno de los que son inherentes á los asuntos de la vida, y en el cual puede entre-
garse en alma y cuerpo á
las delicias del descanso y á
los tranquilos goces de la
vida doméstica. Cuando se
ha vivido en Oriente du-
rante largas temporadas, se
comprende en qué se funda,
de donde nace el sentimien-
to que ha inspirado ese res-
peto hácia la santidad de la
casa, y cuán necesario es
sentirlo y disfrutarlo sin
,
que lo turben ni por asomo
los rumores del tráfago de
la vida. Pues bien, ese re-
tiro tranquilo y sosegado al
cual acuden saltando los
niños para saludar respe-
tuosamente al padre, y en
el cual ve el marido á sus
EL HIJO PREDILECTO
esposas que jamás han oido
hablar de negocios, ni cosa que se le parezca, es el harem; el harem cuyas habitantes,
consagradas al cuidado de los pequeñuelos, al tocado, al narghileh, y á los goces materiales,
pueden ser juzgadas como séres despreciables por sus hermanas europeas; pero que no sólo
no se juzgan en él prisioneras, sino que veces mil han asegurado á nuestras mujeres que
las han visitado, que no quisieran por la suya cambiar su condición. El harem se halla situado
en uno de los pisos superiores, y su sala principal, la kaa, hállase dispuesta de la manera
misma que la sala de recibo, y en las casas acomodadas, con más ostentación y riqueza
todavía. Encima de la parte cuyo suelo es más bajo, la cual lleva el nombre de durkaa
se levanta una cúpula; y debajo de ella se ve la fuente ó surtidor: si la casa cae á una
calle, los mashrebijehs ó miradores, provistos de celosías, permiten á las mujeres, sin ser