Page 212 - Egipto TOMO 2
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HASTA TEBAS
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desprende del tronco es muv estimada por las muchos aplicaciones que de ello pueden
hacerse. La zona de dicho árbol se extiende hacia el Sur más allá de las íionteias del Egipto
hasta el centro del África ecuatorial, donde crece en abundancia, formando bosques inmensos.
Alas ya se distinguen sobre la orilla occidental del Nilo los alminares de la populosa
Siut, en la cual empieza el Sa’id propiamente dicho ó alto Egipto, y detrás de ellos los
últimos contrafuertes de la
cadena líbica. Antes de pene-
trar en el-Homra, que es el
puerto de Siut, el Nilo se
retuerce en curvas tan gra-
ciosas y pronunciadas, que
unas veces se cree tener á la
izquierda la misma montaña
que poco antes se ha distin-
guido á la derecha. Hénos
llegados al término del viaje
que nos propusimos realizar.
Desembarcamos entre dos bu-
ques de vapor, en medio de
numerosas lanchas, delante
de un j ardin plantado de pal-
meras: rechazamos de los
costados de la dahabijeh los
vendedores de pipas, de tina-
jas v de objetos de cerámica
que se fabrican aquí con
habilidad suma, según los
modelos más acabados: ca-
balgamos sobre los mejores
asnos dispuestos para con-
ducir á los extranjeros, y de-
jando á la espalda los gran-
patio de u.na casa en siut des edificios erigidos por el
gobierno, nos dirigimos hácia la ciudad á lo largo de un camino sombreado por frondoso»
sicómoros. El bazar es largo y ricamente dispuesto: la gente pulula en él, pues estamos en
domingo, dia de mercado en Siut, y esta circunstancia ha atraido á los campesinos que
acuden en busca de provisiones á esta ciudad, que no cuenta menos de treinta mil almas. No
cabe desconocer que el europeo tiene no poco que estudiar en esta abigarrada muchedumbre?
pero quien conoce lo más, conoce lo menos, y la animación de las calles del Cairo está tan