Page 381 - Egipto TOMO 2
P. 381
298 TEBAS
El obelisco más elevado que existe en Tébas, así como el edificio más original que en la
misma ciudad se encuentra, han transmitido á la posteridad el nombre de Hatasu: mas la
gloria que le proporcionó su obra de paz , no tardó en verse eclipsada por los altos hechos
llevados á cabo por su hermano Thutmosis III, el más grande, no vacilamos en decirlo, de
cuantos conquistadores egipcios registra la historia. Hásele dado el nombre de Alejandro de
las faraones, y por cierto con fundada razón, puesto que en las trece campañas bajo su
dirección realizadas, logró someter los pueblos del Asia Anterior, en los cuales liabian
vengado sus predecesores los desastres que experimentaran en tiempo de los Hyksos; hízoles
tributarios de su patria, y convirtió el Egipto en la potencia más poderosa de su tiempo.
Ciñó la corona de los Faraones durante cincuenta y cuatro años consecutivos, revelándonos
los monumentos de Tébas, las hazañas que llevó á término durante este dilatado período,
con sus carros de guerra, sus numerosas huestes y sus diestros arqueros.
Convirtamos mentalmente nuestra atención al templo de Ivarnak; preguntemos á las ins-
cripciones que cubren las cámaras de los alrededores, extraordinariamente maltratadas;
PRISIONEROS DE GUERRA TRABAJANDO EN LAS CONSTRUCCIONES DE THUTMOSIS III
fijémonos en los pileos meridionales (5 y 6) y en las construcciones que se elevaban en la
región oriental (detrás de 10), y siempre, y en todas partes nuestras miradas se encontrarán
con su nombre. Los predecesores de Thutmosis III habían agregado cámaras y cámaras por
la parte del Kilo: él ensanchó el santuario nacional en la dirección opuesta, añadiendo una
sala espléndida, (en 10), cuyo techo sostenían treinta pilastras y dos líneas de columnas, en
cada una de las cuales se contaban diez. El capitel de éstas acusa un esfuerzo practicado con
el propósito de emplear formas nuevas: pero los arquitectos de Thutmosis III no estuvieron
en esta ocasión muy felices, ya que de la inversión del capitel, formando campana, resultó
una cosa fea, y así debieron de comprenderlo, pues no volvieron á usarlo en parte alguna.
Dependencias de esta grandiosa sala, la cual se distinguía con el nombre de monumento
brillante (khu mennu), eran gran número de salas pequeñas, cámaras y aposentos, en cuyas
paredes se han encontrado numerosos é importantísimos documentos. El lago sagrado del
templo fué rodeado también de otras construcciones que, desgraciadamente han sufrido
mucho: actualmente contiene agua; pero de fijo no tanta como en aquella época en que, en