Page 382 - Egipto TOMO 2
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determinados dias , paseábase sobre su superficie en una lancha por todo extremo preciosí-
sima, la estatua de Amon. Al occidente de este estanque sagrado se prolongaba la ancha vía-
procedente del Sur, que conducía las procesiones al templo: más adelante abrióse delante de
ella una extensa calle flanqueada de
esfinges, interrumpidas en determina-
dos puntos por cuatro enormes pileos.
Dos de estas inmensas puertas, una
SORTIJA EGIPCIA aretes
de las cuales fué empezada en tiempo
de Thutmosis I, son obra del tercer Thutmosis. Los colosos de Thutmosis I, de Amenofis I,
abuelo de Thutmosis III, y de Thutmosis II, su hijo primogénito, que este príncipe
padre y
MANGO DE UNA CUCHARILLA PARA PERFUMES
hizo construir de diferentes materias, subsisten aún, adosados contra el muro que se está,
derrumbando. Las inscripciones descubiertas por Mariette en el cuarto de los pileos de que
alrededor de
hemos hecho mención, y
una de las puertas situadas al Oeste
del santuario, son del más alto interés
para la historia del tiempo; pues con-
tienen largas listas de los pueblos so-
metidos por Thutmosis III en el Sur del
Egipto v en la Siria. Fijándonos úni-
camente en los últimos, encontramos
nueve nombres distintos,
ciento diez y
que pueden ser fácilmente restableci-
dos, gracias á la triple enumeración
que poseemos , entre los cuales existen
FRAGMENTO DE UN COSELETE DE ESCAMAS
muchos que conocemos ya por medio
ESPEJO ARTICULADAS
de la Biblia , tales como Mageddo, Da-
masco, Joppe, etc. Todas estas ciudades estaban fortificadas, y gobernada cada una de ellas
por príncipes que se aliaban en confederaciones, generalmente presididas por el más
poderoso. Thutmosis dejó en el trono á la mayor parte de esos reyezuelos vencidos, mediante
la condición de que le satisfacieran con toda regularidad los tributos impuestos: otros