Page 397 - Egipto TOMO 2
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TEBAS 313
La repugnancia que experimentaba hácia el esplritualismo de la idea de Dios, cada dia más
desarrollado, especialmente en Tébas, ¿fué lo que le indujo á adoptar exclusivamente el culto
al Sol, como se practicaba en los tiempos antiguos? En
los numerosos cuadros que se
conservan en las siringes de Tell el-Amarna, le vemos representado frecuentemente en
actitud de adoración ante un disco solar provisto de brazos, en tanto que su cuerpo deforme
y enfermizo nos permite reconocer lós caractéres del fanático. Sus funcionarios y sus
súbditos debieron humillarse á su presencia no ménos servilmente de lo que hicieran ante
sus predecesores; pero en cambio les colmó de presentes y de distinciones honoríficas. Hizo
una juiciosa elección entre los mejores artistas, entre los cuales se mencionan un tal Bek
y un tal Pouta, y los llamó á su capital. También debe hacerse mención, pues vale la
ESFINGE DE KARNAK
pena, de la manera encantadora como el reformador, que por otra parte no era indiferente
al aura de la gloria militar, se ve representado con sus siete hijas, que sabían guiar perfec-
tamente su carruaje cuando salian de palacio. Murió sin dejar heredero varón, y los
sacerdotes de Amon le castigaron por el pecado que cometiera contra su Dios, borrando
su nombre de todos aquellos sitios en que lo encontraron. De los reyes de la dinastía
décimaoctava que le siguieron, sólo uno es digno de mención: Horus, el Hor-em-heb
de los monumentos, que terminó los pilcos meridionales de Karnak, é hizo constiuii la
avenida oriental de esfinges que desde Luqsor conducía á los mismos, apoyándose en el
edificio de Amenofis que encierra las estatuas de Sechet. Un cuadro acompañado de una
inscripción y grabado en Gebel Silsilé, nos manifiesta que este Hor-em-heb llevó á cabo
una campaña victoriosa contra los pueblos del Sur; pero durante los años postreros de la
dinastía décimaoctava, cuyo término no conocemos aún con la debida exactitud, los pueblos
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