Page 451 - Egipto TOMO 2
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DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
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rimadas, de que se valieron más tarde los poetas sacerdotales para cautivar la atención de sus
oyentes. Es curioso enterarse por medio de las inscripciones contenidas en esas tumbas, de
que los sacerdotes de Necheb criaban numerosas piaras de puercos, por lo mismo que desde
los tiempos más remotos los súbditos de los Faraones miraban con aversión unos animales
que eran considerados como el prototipo de la impureza. Herodoto nos explica esta particu-
laridad, diciendo que se sacrificaban los cerdos á Selene, es decir, á la diosa lunar de Necheb,
en el momento del plenilunio. Nada cuenta respecto del origen de semejante costumbre: pero
según el testimonio de los monumentos, los egipcios creían que Seth—Typhon, bajo la forma
de puerco, procura sorprender la luna llena con el propósito de devorarla. El sacrificio de
semejante animal en las noches del plenilunio expresaría por simbólica manera el deseo que
FELÁHES COMIENDO
tenían los fieles de causar daño al adversario de la luna, y de ayudar al astro de la noche en
su lucha contra el enemigo. Después de la expulsión de los Hyksos experimentó una
transformación completa el culto de Necheb-Selene: la diosa lunar habia, lo mismo que el
dios solar Antón de Tébas, conducido realmente á la victoria al ejercito libertador, con sus
jefes los Faraones educados en Necheb. En consecuencia Amon ganó el título de rey de los
dioses, así como Necheb el de diosa de la victoria: por esto la ventos revoloteando bajóla
forma de buitre sobre la cabeza de los reyes que marchan al combate, ó que realizan
solemnes ceremonias. Protégelos con sus alas extendidas, y no sólo á ellos, sino también á
los demás mortales, especialmente á las mujeres, á las cuales presta poderoso auxilio, en
aquellas circunstancias de la vida en que las mujeres mayor apoyo han menester. En este