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DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA
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             deri\a  el griego Syene,
                             y por  el intermediario del copto Suan se ha formado  el árabe
                                           del nomo  del cual dependía, encontrábase
             A-suon L En lo» tiempos antiguos la capital
             delante de la isla, y llevaba como ésta el nombre de Ab,
                                                  el lugar de los elefantes ó del
             marfil,  pi obablemente porque  el marfil,  el más importante de los artículos del comercio
             del Sudan, llegaba á su puerto en grandes cantidades. Los griegos
                                                       le dieron el nombre de
             Elefantina. En tiempo de éstos la ciudad militar, situada en la orilla oriental del Nilo,
             había desposeído la ciudad situada en la
                 .                     isla,  y no obstante los ataques que experimentó
             de parte de los blemmyes  y de sus sucesores, subsistió en estado de florecimiento, en tanto
             que Elefantina fué  destruida por completo. A pesar de esto no
             es mucho lo que resta de lo que hiciera á Suan-Siena célebre en
             la antigüedad. Las canteras de granito de que tantas veces hemos
             hablado, y que tenemos resuelto visitar, hace muchos siglos que
             no se explotan, pues, como sabemos perfectamente, los pueblos del
             Islam son poco aficionados á erigir monumentos para la eternidad.
             Los viñedos en que se cosechaba el vino de Sun, tan justamente
             estimado en tiempo de los Faraones, han desaparecido sin que de
             ellos quede la huella más insignificante, habiendo cabido la misma
             suerte al célebre pozo sin sombra. Era éste un pozo que en el pre-
             ciso momento del medio dia se hallaba completamente iluminado
             en todas sus partes, lo cual quiere decir que por fuerza debía de
             hallarse situado precisamente en el trópico.  Gracias á él, Eratós-
             tenes de Cirene (276-196 ántes de Jesucristo), llamado por Tolomeo
             Evergetes I á la biblioteca de Alejandría, pudo establecer las bases
                                     ti
                           ..  ,                        RACIMO DE DÁTILES EN FLOR
             para el sistema que nje aun para medir la superficie del globo A
             y cuyos resultados fueron tan exactos, que, para explicarlos es indispensable recordar el
             cuidado con que se procedió en el cálculo, de lo cual tenemos idea por los datos consignados
             en los libros de la administración y en los registros del impuesto, respecto de la distancia
             entre los límites que señalaban la frontera septentrional y meridional de los nomos. Dicho
             pozo, iluminado completamente en  el momento de pasar el sol por su meridiano,  el dia en
             que  el astro rev empezaba á inclinarse hácia el ecuador , era indudablemente mucho más
             antiguo que Eratóstenes: por lo ménos existen razones poderosas para presumir que los
             egipcios lo habían perforado en el año 700 ántes de Jesucristo, en la época en que el punto
             extremo  del curso del sol en  el solsticio  , encontrábase toda\ ía mu\' directamente encima
                    Entre los hombres que habitaron esta ciudad en los tiempos antiguos, debemos
             de Siena.
             hacer mención de Juvenal, el más procaz de los satíricos latinos, que con  el pi opósito de
               Muchos de los nombres extranjeros que empiezan por consonante, han sido modificados para acomodarlos á la pronunciación árabe,
             añadiéndoles una a protética: así de Syut se ha formado Asiut.
               Sabia Eratóstenes que, durante el dia más largo del año, el sol no proyectaba sombra alguna en Siena, á la hora del medio día, y que
              %
             en Alejandría en el mismo instante, la abertura del ángulo indicado por la sombra del cuadrante solar, era igual á la cmcuentésima parte
             de un arco de círculo. De semejantes antecedentes dedujo que la distancia de Siena á Alejandría era igual á la cmcuentésima parte de un
             meridiano, es decir, T 12’. Según los cálculos y las medidas más recientes, dicha distancia es igual a 6 o 6’30.
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                  EGIPTO, TOMO II.
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